Angie y su padre van tranquilamente de camino a la posada en el carruaje tirado por Jacob y Daniela para repartir la carga y que no les suponga un gran esfuerzo a ninguno.
-“Angie… mírame… entiendo que estés enfadada conmigo y que te hubiera gustado haberte quedado en Irivia. Puedes volver cuando quieras y solucionar aquello que tengas pendiente”- habla el padre mientras Angie está ausente y triste-“Pero mantener aquello… ¡cuesta una fortuna!… Ya me cuesta hasta mí que estoy poco a poco envejeciendo y ahora con el problema de haber perdido una pierna. No quiero perderte como perdí a mi esposa. ¿Entiendes el problema? Vamos… acurrúcate conmigo”
Angie se acurruca en brazos de su padre sin hablar durante todo el viaje y con una gran tristeza en su alma.
De repente, al llegar a la posada, descubren que se había incendiado y que solo quedaban unos pocos pilares y parte de la chimenea.
-“¡¡¡NOOOOOO!!!! “-grita el padre y empieza a llorar angustiado y derrotado por ver cómo perdió su único medio de vida y se tira al suelo de rodillas.
-“¡¡Padre!!... ¡¡Por los Dioses!!... ¡¿Qué ha podido suceder?!”- corre Angie muy preocupada a consolar a su padre
Lo único que se mantenía en pie era el molino pero se estaba haciendo de noche así que ambos no tuvieron más remedio que pasar la noche en el molino junto con los ratones.
Jacob se puso muy triste y se acercó al padre para darle cariño y consuelo a la luz de la hoguera que encendieron para calentarse
.
-“Padre… lo siento muchísimo… Volveremos mañana a Irivia. Llevaré yo el carruaje”- habla Angie entre lagrimas-“Mira… por lo menos Jacob te quiere… jajaja”
-“¡Oh! ¡Cariño!... ¡Qué voy a hacer sin mi posada!... ¡Era lo único que tenía!... Me jugué la vida construyéndola antes de casarme con tu madre para atender a todos los viajeros que iban y venían de Irivia. No había otra posada cerca. Me conozco hasta el último rincón”- habla el padre-“Y tus dibujos… han desaparecido con las llamas Angie”
-“Venga padre… solo eran dibujos”
-“Era tu pasado… nuestro pasado pero ahora ya no hay futuro”- contesta el padre enseñando a Angie medio trozo quemado de uno de los muchos dibujos que hacía de pequeña.
-“¡Claro que lo hay padre!... Te comenté en casa del doctor de convertir la mansión en una posada para los nobles. Los caballos del Sr. Frank son caballos de carreras y no de carne… Pobre Sr. Frank… lo que le ha hecho esa bruja de Susan”
-“Si no queda otra salida… Está bien Angie… El Sr. Frank está mejor en un asilo donde lo puedan cuidar ya que, si tiene demencia, perderá hasta la memoria… Es una muerte muy lenta y dolorosa. Sé que tiene un historial brillante como general pero la edad pasa factura”
Angie se abraza a su padre para que no se sintiera solo.
A la mañana siguiente y a las primeras luces del día, un viajero ermitaño de avanzada edad y con un bastón se acerca:
-“¡Señorita!... ¡Despierte!...”
-“¡Oh!... ¿Quién es usted?”- pregunta Angie
-“Me llamo Jhosep señorita… Sé lo que ha pasado aquí”- contesta el ermitaño-“¿Cómo se llaman?”
-“Me llamo Angie Blossom, señor”- contesta Angie
-“Mi nombre es Louis Ardenson, señor… ¿qué le ha ocurrido a mi posada?”- pregunta el padre
-“Jeje… bueno… Helium y Traum se pelearon entre sí por una deuda y se les escapó uno de los rayos que cayó en la posada que ha estado abandonada mucho tiempo. Se incendió y unos feriantes intentaron sin éxito extinguir el fuego y la posada sucumbió entre la llamas. Llovía muchísimo. Una pena…”- contesta el ermitaño
-“Se refiere… ¿a que hubo una tormenta? No le creo…”- comenta el padre un poco desconfiado-“Y si… la posada ha estado mucho tiempo cerrada por esto”
El padre enseña al ermitaño la pierna amputada y este casi le da un infarto
-“¿Quién es Helium y Traum?”-pregunta Angie
-“Lo descubrirás por ti misma muchacha… jeje…”
Tanto su padre como ella se quedan dudando de su palabra
-“He de continuar mi camino… ¡Adios Angie! ¡Adios Louis!”
-“No está muy bien… de la cabeza… ¿De dónde demonios habrá salido? ¿Dónde vivirá?”- comenta Angie mientras el ermitaño se aleja
-“Será mejor que recojamos y regresar cuanto antes… Hay mucho loco suelto por los bosques”- comenta el padre-“Dudo mucho de su palabra… habría que hablar con un experto para saber si hubo un incendio fortuito o provocado. Si fuera lo segundo… no dudaría en colgarlo”
-“Padre… tranquilo… todo se sabrá”
Angie y su padre ponen rumbo de vuelta a Irivia. Al llegar John se queda perplejo de su regreso.
-“Angie… Sr. Ardenson… ¿Por qué habéis regresado tan pronto? ¿Qué ha pasado?”
-“No hay tiempo para explicaciones John… Ayúdame a descargar lo poco que hemos recuperado”
-“Estaré fuera en el jardín…”- comenta Angie
-“Angie… ¿qué ha pasado?”- pregunta John insistiendo
-“Se ha incendiado la posada… no sabemos qué ha podido ocurrir… lo ha perdido todo”- contesta Angie derrumbándose
-“¿En… serio? ¡Por los dioses Angie!... ¡Lo siento!”- consuela John a Angie y le abraza
-“John… Déjela tranquila… Está siendo muy duro asumir esta gran pérdida hasta para mí”- comenta el padre
-“Te veo luego… Tranquila”- comenta John y le da un beso en la mejilla mientras ayuda a descargar.
Angie se va a dar un paseo por los jardines de la mansión y Moly la ve mientras arreglaba los rosales de la terraza pero ve que está muy triste.
-“¡Señorita Angie!... ¡Qué alegría que regresaste!... La veo muy triste señorita Angie. Recé a mis dioses para que os protegiera. ¿Qué le ocurre señorita Angie? Me estoy preocupando… ¿Y su padre? ¿Ha pasado algo grave señorita Angie?”
-“Moly… hemos perdido lo poco que teníamos… Se incendió misteriosamente la posada”
-“¡Ay!...”- se asusta Moly dejando caer las tijeras de podar-“Cuanto siento oír eso Srta. Angie… Venga conmigo a la cocina. Preparé un caldo para todos”
Moly le da a Angie un pañuelo para que se secara las lágrimas y le abraza fuertemente.
-“Señorita Angie… Tenga usted esta carta que el Sr. Frank dejó en el despacho antes de que la Sra. Susan la enviara al asilo. Me la encontré entre toda la polvareda que había. Menos mal que Susan no se dio cuenta… sino la hubiese quemado”
-“Gracias Moly… Esto me hace muy feliz”- contesta Angie con otra cara
Angie abre la carta…
“Querida Angie:
Te escribo esta carta antes de que la horrible Susan me mande obligado a vivir al Asilo Brown Mountain aquí en Irivia pero tienen mucha razón. Apenas puedo mantenerme de pie y pronto podría perder hasta el habla y necesito que me cuiden varias personas y no solamente tú. Quiero que, cuando ya no esté, me enterréis al lado de mi bella Margaret en la Mansión, si es que aún seguirá en pie.
Me dio mucha pena que te obligaran a subir a ese carruaje y que te llevaran al internado en Victoria.
Espero que recibas esta carta de manos de alguien o incluso de Jonnas, a pesar de que sea un pillín, y que estés ya recuperada.
No me gusta para nada el compromiso con Tomas y menos dejarte en manos del horrible alguacil.
Intenta escaparte cuando puedas y regresa a la posada con el Sr. Ardenson.
Lo poco que he dejado, será para ti para que puedas ampliar la posada, contratar más empleados y si quieres llevarte a todos mis caballos allí para que puedan correr mucho más en las carreras en vez de estar encerrados. Ve con esta carta al Banco Central para que te den todo mi dinero.
Eres mi heredera y no quiero que nadie meta las zarpas en mis ahorros.
En cuanto a lo que me preguntaste insistentemente sobre Abbie… habla con el Doctor Philip que era el que la trataba en el Centro Layre. Está ya jubilado pero seguro que tendrá el informe médico y sabrá todo lo que pasó en el Centro Layre y espero que tampoco él haya perdido la memoria. Tiene una gran casa cerca del puerto Auldeale, así que si quieres visítale cuando puedas.
Ven a verme cuando puedas y quieras.
Tu abuelo
Excelentisimo Sr. Frank Blossom o Frank a secas”
Angie se derrumba de alegría y guarda la carta en el bolsillo para enseñárselo a su padre.
-“Srta. Angie… ¿buenas noticias?”
-“¡¡Si Moly!!... ¡Voy a poder recuperar aquello que perdimos con el incendio y habrá de sobra para ampliar y contratar mucha gente!... ¡Quiero que te vengas con nosotros Moly!... ¡Deja de llamarme señorita sino simplemente Angie! ¡Qué feliz y generoso es Frank!”- contesta Angie y abraza a Moly que casi no le deja respirar
John se acerca y se sorprende
-“¿Me he perdido algo?”- pregunta John
Angie enseña la carta a John… Se queda mudo después de leerla…
-“¡¡¡ANGIE!!! ¡¡¡QUÉ ALEGRIA!!!Jajajajaja”- contesta John-“¡Tu padre le va a dar un ataque cuando lo vea!... ¿Y la mansión?”
-“Lo venderemos… no quiero vivir nunca más aquí”- contesta Angie
-“A los caballos les va a dar un ataque cuando vean tanto campo donde correr… jejeje”
-“Frank quiere que los caballos se fortalezcan en las carreras”- comenta Angie- “Es su deseo antes de dejar este mundo”
John le da un abrazo y la levanta del suelo.
-“Estaré en la cocina preparando comida. Hay que celebrarlo… Os llamaré cuando esté”- comenta Moly
-“¡Deja la cocina por hoy Moly!... Vamos a la Taberna Azul a celebrarlo”-comenta John
-“Voy… a ver a mi padre John”
-“Claro Angie… Ve a verle… eres su hija”- comenta John
Angie sube al dormitorio donde está su padre derrumbado, sentado en el borde de la cama, por la pérdida pero aún no conoce que las cosas tienen arreglo y que hay segundas oportunidades. Angie guarda un poco la alegría hasta que su padre lea la carta.
-“Padre… ¿está bien?”
-“Angie… no estoy bien… sigo muy triste y tu deberías de estarlo. Esto… es muy grande… tanto la perdida de mi posada como mantener la mansión”- contesta el padre
-“Padre… Frank dejó esta carta para mí… Moly lo encontró entre el montón de papeles mientras limpiaba la mansión. Quiero que la leas…”- habla Angie y le muestra la carta.
En principio su padre era reacio a leerla pero al final, con la insistencia de Angie, la coge y la lee. Su padre se derrumba y empieza a llorar al igual que Angie y ella abraza a su padre.
-“¿Por qué hace esto el Sr. Frank por nosotros?... Angie… haría falta saber qué es lo que está pasando aquí e incluso contigo… No deberíamos de aceptar su dinero… Él lo necesita para medicarse y cuidarse”
-“¿Qué?... ¡Padre!... ¡Te está dando la vida otra oportunidad de volver a empezar de nuevo pero esta vez con dinero!... ¡Deberías de aceptarlo y darle las gracias!... ¡Oh padre!... ¡Aceptémoslo!... Dijiste que le quedaba poca vida… ¿Para qué querrá el dinero en la otra vida?”- consuela Angie a su padre que se niega a aceptar el dinero que deja a Angie- “Si quieres… Iremos a hacerle una visita al asilo antes de que pierda la memoria… Así podrá morir en paz y contento. Vámonos a la Taberna Azul a divertirnos… Nos están esperando”
Su padre no responde, en principio a Angie, hasta:
-“¡Está bien Angie!... Aceptaremos su dinero para reconstruir la posada”- comenta el padre mientras acaricia la pierna de Angie y le muestra su alegría.
-“¡Gracias padre!... ¡Lo sabía!... ¡Te esperamos abajo!”- abraza su padre, le da un beso en la mejilla aunque aún sin asumirlo.
Se van todos a la Taberna Azul a celebrarlo. Jacob recibe una ración extra de manzanas, su golosina preferida.
-“¡Por mi hija Angie!... ¡Que nos ha salvado a todos de la tragedia y reconstruiremos nuestra posada devorada por las llamas!”- comenta el padre levantando un vaso del mejor vino de la Taberna
-“¡¡¡Viva!!”- gritan los invitados y chocan los vasos.
Después suena la música y todos bailan felices hasta la madrugada.
A la mañana siguiente, John deja listo el carruaje para ir al Asilo Brown Mountain casi a las afueras de la ciudad para hablar tranquilamente con Frank.
A su llegada le recibe un enfermero y les muestra la habitación donde está Frank.
-“¿Angie?”- pregunta Frank sentado en una silla de ruedas-“¿Eres tú?”
-“Si… Frank… soy yo”- contesta Angie y se acerca para que le vea la cara
-“¡Lo sabía que te escaparías!”
-“No fui yo la que planeé la escapada. Me ayudó Carlos, el encargado… No sé si te acuerdas de él”
-“Aún me acuerdo Angie… De momento… jajaja… Me alegro mucho que pudieras escaparte. ¿Qué ha pasado con la mansión? ¿La ha quemado Susan? jajajaja”
-“Te lo contaré todo Frank… Casi condenan a muerte a Moly pero la salvé. También salvé la mansión ya que Susan dejó abandonados a su suerte a los caballos, los empleados y a la mansión ya que no consiguió que me casara con Tomas, el sobrino del alguacil. El rey Maurus la envió a ella al internado en Victoria y destituyó al Alguacil. Pero lo peor de todo no es eso… Mi padre ha perdido una pierna al intentar cazar un ciervo y el incendio de la posada”- habla Angie
-“Pues sí que han pasado cosas… ¡Por los Dioses!”- habla Frank
-“Señor Frank… Hemos venido no solo a visitarle sino también darle las gracias por su generosidad pero…”- habla el padre
-“¿Pero qué? Señor Ardenson… No hay más herederos en la casa Blossom salvo Angie”- comenta Frank-“Con ese dinero podéis volver a empezar. ¿Recuerda lo que le dije en la posada antes de llevármela?. Aún es usted joven… Míreme… ojalá pudiera ayudarle con más cosas pero ya casi no puedo caminar. Ya poco me importa el dinero… su majestad ha sido muy generoso al pagarme el tratamiento hasta que deje de respirar. Soy un héroe de guerra al igual que fue mi padre”
-“Lo siento Sr. Frank…”
-“Así me gusta Sr. Ardenson… así me gusta…”- contesta Frank-“Angie… ¿pudístes hablar con el doctor Philip?”
-“Aún no Frank… no he tenido tiempo…”
-“Bueno… pero tampoco lo retrases… cuanto antes sepas la verdad, antes se acaba. Jajaja”- habla Frank
-“Señor Ardenson, Srta. Blossom… el Sr. Frank necesita descansar”- comenta la enfermera
-“Ahora mismo nos vamos enfermera”- contesta Angie- “Frank… me gustaría poder quedarme más tiempo pero nos tenemos que ir por orden de la enfermera”
-“Está bien… pero no dejes de venir si necesitas algún consejo de abuelo para que puedas solucionar cualquier problema”
Angie le da un fuerte abrazo y el padre le da la mano para despedirse. Ambos regresan a la mansión.
Se oyen rumores de que Estefanía se quedara embarazada y probablemente también Sara del violador Tomas. Pero lo malo es que misteriosamente Estefanía desapareció sin dejar rastro. Pusieron carteles para encontrarla y una cuantiosa cantidad de dinero de recompensa. Mucha gente peinaron todas las calles, bosques y lagos cercanos en busca de pruebas o de la propia Estefanía con perros sin éxito y el general John murió, desgraciadamente, por un infarto.
Pusieron en busca y captura a Tomas, que se encontraba en Victoria, como principal sospechoso y que se enteró por medio de uno de los que suministraba opio al prostíbulo. Le recomendó que se escondiera bien porque el consejo de justicia se lo iba a poner muy complicado y esta vez Christopher no le iba a salvar el culo en una situación tan grave. El rey ordena su ingreso en prisión en cuanto sea localizado y capturado.
Sara puso todos los medios económicos que dejó el fallecido John y se dirigió a la mansión Blossom en busca de Angie. Tal vez, para buscar consuelo…
-“¡Sara!... ¡Siento muchísimo lo de tu hermana!... Espero que la encuentren sana y salva y cuelguen al que la haya raptado”- consuela a Sara mientras Moly sirve el té en la gran sala.
-“Gracias Angie… snif…”- contesta muy dolida Sara mientras se secaba los ojos con un pañuelo.
-“Tranquila Sara… todo se solucionará… para peor o para mejor… se solucionará…”- Angie le da un abrazo-“¿Te has hecho la prueba con un doctor? Hablaré con él para que te ayude a calmar la duda”
Sara gira la cabeza diciendo que no. Angie, después del té, lleva a Sara al doctor para que le haga una prueba.
-“Señorita Sara… Siento muchísimo la pérdida del general John y de la desaparición de tu hermana”-habla el doctor en su despacho-“Necesito una prueba de orina para saber si realmente tu también estás embarazada o podrías haber pillado alguna enfermedad muy grave. Laura te acompañará al baño”
-“Ve Sara… me quedaré aquí”- habla Angie y le acaricia la espalda
-“Te acompaño Sara”- comenta Laura
Sara entrega al doctor la prueba de orina.
-“Sara… tomate este calmante… Te relajará un rato mientras hago el análisis. Vete con Angie y Laura al salón. Tranquila… todo saldrá bien”- comenta el doctor
Sara se toma nerviosa el calmante con un vaso de agua y Angie y Laura la llevan al sillón del salón para que se relaje mientras el doctor analiza la orina de Sara.
Al rato, el doctor regresa con los resultados
-“Sara… tranquila… no estás ni embarazada ni tampoco tienes ninguna enfermedad peligrosa. Pero para asegurarme, te inyectaré este antibiótico. Así te quedarás aún más tranquila. “
-“Gracias… snif… Doctor”- contesta Sara secándose las lágrimas y pone el brazo para que el doctor le inyecte el antibiótico.
-“¡Ya está!... ¿Estás un poco mejor?... Será mejor que te quedes en casa de Angie hasta que se solucione todo. Angie… cuida de ella… aquí tienes más calmantes por si lo necesitara. Está totalmente derrumbada. Le ha caído un buen jarro de agua fría a la pobre”
-“Si doctor”- contesta Angie-“Frank me dijo, en una carta, que hablara con el doctor Philip en Auldeale… ¿dónde lo puedo encontrar?”
-“Está muy cerca del puerto, al lado de la Taberna Crock. Os lo recomiendo… ponen un pescado delicioso y de hecho uno de sus hijos se juega el cuello trayendo el pescado fresco de cada día. Fui con él a almorzar cuando me fui en el invierno con mi familia”- comenta el doctor-“Le vendrá muy bien a Sara el aire fresco del mar y pasearse por la orilla. Es una aldea muy bonita y pequeña”
-“Mira Angie… Te he hecho este dibujo para ti… jeje”- habla Nur
-“¡Oh! ¡Qué bonito!... ¡Gracias Nur! Jaja”- contesta Angie y le da un beso
-“Hija… despídete de Angie y Sara y ponte hacer tus deberes”- habla Laura
Nur da un beso a cada una
-“¡Que rica!... snif”- habla Sara
-“Mami… ¿qué le pasa a la señorita?...”- pregunta Nur
-“Hija… está muy triste porque no sabe dónde está su hermana… No lo entenderías… Ve a hacer los deberes… Ahora subo a ayudarte”- habla Laura y le da un beso en la frente
-“¡Lo siento mucho señorita Sara!”- comenta Nur
-“Gracias… snif… No importa… Ve y haz caso a tu madre… snif”- contesta Sara y Nur le da un abrazo-“Vete”
-“¡Venga hija!... ¡Vamos!”- comenta Laura
Nur se va a su habitación y el doctor sonríe. Nur tiene tan solo 5 años y tiene un hermano, Cristian, de tan solo tres meses de edad. Ella es un poco traviesa y juguetona y a veces acaba con la paciencia de su madre que no le queda más remedio que imponer un poco el orden.
Angie y Sara regresan a la mansión. Y John está preocupado por Sara. Afortunadamente ella no está embarazada pero le servirá de experiencia para no ir “conquistando” al primero que pilla.
-“Angie… me alegro que todo quedara en un susto a pesar de que aún no han encontrado ni a Tomas ni a Estefanía. Parece como si se hubieran esfumado los dos para siempre”- comenta John mientras recogía unas hojas del jardín con el rastrillo.
-“Tarde o temprano cogerán a ese bastardo de Tomas y estaré presente en el juicio porque fui una víctima más de él. Ordenaré que lo cuelguen hasta la muerte después de averiguar dónde está su hermana o por lo menos su cadáver para enterrarla”- comenta enfadada Angie sentada mientras leía un libro.
-“¿Está mejor Sara a pesar del dolor?”- pregunta John
-“Si… está descansando en una de las habitaciones. He ordenado a Moly que se pase frecuentemente por si quiere algo de comer pero aún ni siquiera ha probado bocado. Los calmantes los tengo yo en mi poder para evitar que se pueda quitar la vida… Una lástima”-habla Angie-“¿Y mi padre?”
-“¡Oh!... ¡Está imponiendo orden en el establo!... ¡Si señor! jajaja”- contesta John y se ríen los dos-“Pobre Sara… Le hubiera cortado el cuello a Tomas en su momento”
-“John…”
-“¿Si Angie?”
-“Necesito ir Auldeale para visitar al doctor Philips y acabar con este tema de una vez. Me llevaré a Sara para que pueda descansar y relajarse hasta que encontremos a su hermana”
-“¡Si!...Creo que será buena idea… Nos iremos cuando tú lo ordenes Angie”
-“Gracias John”
-“No hay de qué Angie”
John sigue recogiendo hojas.
Un soplón envía información al alguacil sobre el paradero de Tomas y es arrestado inmediatamente. Lo encierran en el calabozo de Irivia tras ser localizado armando, habitualmente, la fiesta en la taberna de Victoria.
-“¡Yo no he hecho nada!...¡Soltadme!...¡¡¡Os vais a enterar cuando mi tío se entere que me habéis encerrado!...¡¡Soy inocente!!...¡¡AAARRGGGHH!!”- grita Tomas y golpea la puerta con los puños y pega una patada-“¡¡Eh!!...¿¿¿Me oís capullos???”
-“¡¡Cállese ya de una vez!!...¡¡Asesino!!... ¡¡¡PURRRT!!!”- grita el carcelero-“¡¡La horca te está esperando como localicen el cadáver de la señorita Estefanía y las llamas del infierno donde arderás para siempre o quizás te junten con otros violadores en la prisión donde estarán encantados de joderte de por vida hasta la muerte por cada violación que hayas cometido con cada criatura!!”
-“¡No!...¡¡¡NOOOO!!!”-grita Tomas llorando sin obtener respuesta
En Auldeale, hoy es un día gris con niebla y apenas se puede percibir los peligros, y unos pescadores esperan la captura del día.
-“Vaya día capitán para salir a faenar”- comenta el marinero cadete que limpiaba la cubierta del barco
-“Marinero… hay que salir haga frio o calor, llueva o truene… Nos jugamos el cuello cada vez que salimos pero al final… lo que obtenemos es una buena recompensa… una cerveza bien fría y mujeres o también la familia”-habla el capitán del barco mientras fumaba su pipa-“Además… ¿Quién te paga el sueldo para que puedas comer cadete?”
De repente un marinero se percata de algo flotando el mar…
-“Pero… ¿qué es eso que hay flotando?...¡¡¡ Capitán!!! ¡¡Hay algo flotando en el mar y no sé qué puede ser!!”-grita el marinero de a bordo
-“Déjeme ver marinero de a bordo…Pero… ¡Qué cosa más rara!”-comenta el capitán mirando por el catalejo-“Cadete… eche al mar la balsa y eche también el ancla para amarrar el barco y recoja la red… Marinero de a bordo, acompáñeme para ver que puede ser”
-“Si mi capitán”- responden ambos marineros
Ambos se acercan a remo para ver de cerca qué era eso que estaba flotando mientras que el capitán ilumina el camino con una lámpara de aceite. De repente encuentran el cadáver en descomposición de una mujer, bastante hinchada por la putrefacción y con un golpe en la cabeza…
-“¡Por los dioses!... ¡Qué los dioses la acojan en el cielo!... Recojamos el cadáver y volvamos a puerto para que las autoridades nos digan qué es lo que le ha podido pasar a esta pobre mujer”- comenta el capitán
Tanto el capitán como el marinero, suben el cadáver de la mujer. ¿Quién podría ser? ¿Será Estefanía?
-“¡¡Arriba!!”
-“¡Por los Dioses!...”- exclama el cadete
-“Levantad anclas y arreciar las velas. Ponemos rumbo a puerto… Hay que entregar a esta mujer al alguacil de Auldeale”- habla el capitán
-“¡Si mi capitán!”
Ya en el puerto, el cadete corre a avisar al alguacil de su macabro hallazgo. Los guardias recogen el cadáver y lo llevan al hospital de Irivia para practicarle la autopsia.
Un mensajero se acerca apresuradamente a la mansión Blossom a entregar un mensaje para Sara para que pudiera identificar el cadáver.
-“Señorita Blossom… De parte del Doctor… ¡arf arf arf!”- habla exhausto el mensajero
Angie abre el mensaje y descubre que se ha encontrado el cadáver de una mujer que, probablemente sea la de Estefania.
-“Gracias… Llevaré a Sara para que pueda ver si efectivamente es su hermana”- contesta Angie-“Si es ella, no le va a hacer mucha gracia”
-“¡¡Angie!!...¡¡¡ ¿Es ella?!!”- pregunta Sara a punto de derrumbarse en lo alto de la escalera
-“Tranquila Sara… si fuera ella… estaré a tu lado siempre”- comenta Angie para calmarla.
Angie lleva a Sara al hospital donde le espera el doctor, el representante del consejo de justicia y el alguacil de Auldeale para identificar el cadáver.
-“Señorita Sara… Si fuera su hermana… Le acompañaré en el sentimiento”- comenta el alguacil
-“Sara… venga conmigo… necesito que me digas si es ella o no… ¡Animo!”- comenta el doctor
El doctor se lleva a Sara, acompañado de la mano con Angie, para identificar el cadáver y por si le pasara algo.
-“Sara… ¿Estás preparada o prefieres no verlo?”- comenta el doctor
Sara asiste con la cabeza antes de que el doctor levante la sabana que tapa el cadáver. Lo levanta y Sara se derrumba…
-“Sara… ¿Qué te ocurre?... ¿Es ella?... ¿Es tu hermana?”- pregunta Angie muy preocupada
-“¡¡SIIIIII!!”- contesta y se derrumba.
Angie la sienta en una silla fuera de la sala de autopsias para calmar su dolor.
-“Caballeros… la señorita Sara certifica que este cadáver es la de su hermana… la señorita Estefanía. Descanse en paz”- habla el doctor
-“Descanse en paz”- responde al unisonó ambos
Tomas tiene todas las papeletas puestas para ser ahorcado por el asesinato de Estefanía pero antes se tienen que acumular pruebas suficientes para ser condenado y eso no va a ser fácil ya que podría haberse quitado la vida al enterarse de que estaba embarazada.
El doctor, junto con el representante, examina al cadáver con detalle antes de ser enterrada junto con el fallecido general John.
-“Señor… veo que Estefanía tiene una herida abierta en la cabeza y le falta un trozo del vestido… Ya que podría haberse rasgado o que el señor Tomas se lo haya hecho para vengarse por su estado violándola y posteriormente, ya fallecida, arrojándola al mar desde los acantilados. De ahí la herida en la cabeza.”- comenta el doctor
-“O quizás se quitara la vida lanzándose de espaldas”- comenta el representante-“Ordenaré al alguacil de Auldeale que investigue por los acantilados a ver si hay alguna rama o trozo de tela del vestido que nos indique el lugar exacto del brutal crimen o suicidio. De momento, se retrasará el entierro hasta nueva orden. Quiero que la señorita Sara, se tranquilice y asuma su perdida. Me llevaré consigo toda la información que usted ha aportado al consejo de justicia para que decida el destino del señor Tomas que está a la espera de ser juzgado… Si fuera un suicidio, no le libraría de ser multado por la violación continuada de tres señoritas en la que incluyo a la señorita Angie. Hasta la próxima doctor”
-“Gracias por todo señor”
El doctor guarda el cadáver hasta la espera de que el consejo de justicia dé la orden de entierro de Estefanía.
Angie recibe la visita de la familia de Sara en la mansión. Todos están consternados por la terrible perdida. Moly se encarga de repartir café o infusión a los invitados
-“Señorita Blossom… Gracias por cuidar de Sara… Ya nos encargaremos de ella”- comenta el tío de Sara.
-“Señor… le acompaño en el sentimiento. Sé que ambas eran para haberlas encerrado pero eran muy buenas amigas”- contesta Angie
-“Lo sé señorita Blossom… lo sé. Y se lo agradecemos de corazón todo lo que ha hecho por ella y por la investigación aunque aún no haya finalizado ni se halla aún enterrado a Estefanía en el panteón familiar”- contesta el tío de Sara mientras se echa un terrón de azúcar en el café-“¿Dónde está Sara? Aunque me imagino que estará triste”
-“Señor… Sara está arriba con el señor John y mi padre intentando aliviar su pena por su gran perdida”-contesta Angie
-“Subiré a verla con vuestro permiso”- comenta la tía de Sara dejando a un lado el café
La tía de Sara sube al dormitorio para estar un rato con ella.
-“Señora… Vamos John al salón… Dejémoslas a solas”
-“Si vamos Sr. Ardenson”- contesta John
-“Le acompaño en el sentimiento”- habla el padre- “Yo también perdí a mi esposa hace tiempo y se lo duro que está siendo la pérdida”
-“Gracias Sr. Ardenson… igualmente… gracias por todo… Necesito estar con Sara a solas para estar con ella”- contesta la tía de Sara.
La tía de Sara se queda con ella a solas que está tumbada y tapada hasta arriba para no tener contacto con nadie tras descubrir el fatal desenlace. Angie, con la recomendación del Doctor, le dio un calmante para que estuviera tranquila pero el dolor de perder a una hermana fue muy grande.
De repente aparece por la puerta de la mansión la reina Audele.
-“Majestad… nos honra con su presencia ante esta tragedia”-comenta el tío de Sara
-“Mi rey pondrá todos los medios para esclarecer esta pérdida y asumirá los gastos del entierro. El Señor Tomas es sospechoso del asesinato y violación de la señorita Estefanía pero el consejo de justicia necesita más pruebas fehacientes que prueben que efectivamente es culpable y no va a ser fácil para nadie. Incluso para su majestad, el rey Maurus, que os envía todo el cariño y el pesar por la muerte de la señorita Estefanía. Ha estado muy consternado que ha preferido no venir”- habla la reina
-“Majestad… le agradecemos todos los medios que nos está ofreciendo y su palabra nos consuela de este dolor inmenso e incluso le agradecemos el bonito gesto de su majestad el rey Maurus”- habla el tío de Sara.
Efectivamente el rey estaba tan consternado e indignado que Tomas recibió lo que se merecía en manos del rey, rafagas de latigazos en las que sus gritos y lamentos traspasaban los muros del castillo. Su sangre procedente de las heridas del latigo, se derramaban y corrian por su desnuda espalda.
La reina Audele habla con cada uno de los invitados incluyendo a Angie la cual agradeció el gesto de salvar a Moly y de cuidar a Sara.
-“Señorita Blossom… Le agradecería su presencia en nuestro castillo para poder hablar sobre la señora Abbie”- comenta la reina a Angie-“Ordenaré al doctor Philip que mantengamos una reunión en privado alejado de ojos indiscretos y con la presencia de su majestad el rey Maurus”
-“Estaré allí majestad cuando usted me lo ordene”- contesta Angie y le hace la reverencia.
-“Gracias señorita Blossom”
La reina Audele lo hace para evitar que alguien por el camino silencie para siempre a Angie si se dirigiera a Auldelae.
Los tíos de Sara se la llevan a su casa tras el sepelio. Angie se despide de Sara y le da ánimos para poder superarlo. Después Angie se refugia en brazos de su padre… Ella también está triste.
Mientras tanto en Auldelae, los guardas peinan la zona del acantilado en busca de pruebas. El rey Maurus está presente, montado a caballo, para supervisar la investigación para evitar que cualquiera pudiera manipular las pruebas para favorecer a Tomas.
-“¡Buscad hasta debajo de las piedras!… ¡Que no quede ningún rincón sin cubrir!”- grita el alguacil
De repente, uno de los perros se pone a ladrar como loco.
-“Alguacil mayor, señor… creo que el perro ha encontrado algo”
El alguacil se asoma con cuidado al acantilado y allí estaba el trozo de tela del vestido de Estefanía pero estaba muy abajo enganchado a una rama y era muy peligroso bajar allí.
-“Hace falta traer un cuerda y que alguien baje a recogerlo”-habla el alguacil
-“Si señor…”- comenta el guarda y va en busca de una cuerda.
-“Alguacil mayor… ¿alguna novedad?”- pregunta el rey Maurus
-“Majestad… Hemos hallado el escenario del crimen… solo falta un culpable. Lo malo es que hace falta bajar con una cuerda y recoger ese trozo de tela”- contesta el alguacil-“Ya ha ido uno de mis guardas a buscarlo”
El guarda regresa con un marinero que trae una cuerda.
-“Majestad, alguacil mayor, señor… Bajaré yo a esa rama para coger el trozo de tela… Los guardas no tienen mucha experiencia y tanto las olas como las rocas son muy traicioneras y cualquiera puede hacerse daño”- comenta el marinero
-“Adelante…”- contesta el rey
El marinero se ata la cuerda y los guardas la sujetan mientras baja. Al rato, sube ya con el trozo de tela del vestido.
-“Muchísimas gracias marinero… Puedes regresar ya a casa”- comenta el rey tras recibir el trozo de tela-“Aquí tienes un incentivo por su generosidad y valentía”
-“¡Gracias Majestad! Espero que se aclare todo y que el culpable sea condenado”- contesta el marinero muy satisfecho con la bolsa de dinero que el rey le ha entregado-“Mis condolencias hacia la familia”
-“Se lo haré llegar”- responde el rey-“Alguacil mayor, señor… gracias por todo… aunque aún faltan más pruebas pero por lo menos intentaremos averiguar qué ha pasado”
-“Que descanse majestad”- habla el alguacil y los guardas saludan al rey tras su marcha de vuelta al castillo.
Llegó el día del juicio y Tomas estaba muy nervioso por la decisión que podía tomar el consejo de justicia. La multitud se agolpaba a las puertas del castillo de Irivia donde le gritaban, tiraban piedras y hortalizas al carruaje de presidiario e insultos. Sería un juicio a puerta cerrada con presencia del consejo de gobernación y de justicia, del rey, testigos, el antiguo alguacil (con malas pulgas) y por supuesto las víctimas, Angie y Sara. Poco se había avanzado en la investigación pero por lo menos tenían un escenario donde supuestamente bien Estefanía se suicidara o bien Tomas acabara arrojándola al mar.
-“¡SILENCIO!...”-grita el representante del consejo de justicia-“Señor Tomas… Está usted aquí presente por el supuesto asesinato de la señorita Estefanía Moldan que usted mismo se encargó de violarla en contra de su voluntad al igual que hizo con la señorita Angie Blossom y a la señorita Sara Moldan, pelearse con la fallecida por su embarazo y arrojarla posteriormente al mar una vez fallecida… ¿Cómo se declara usted Sr. Tomas?”
-“Inocente… grrrr…”- contesta enfadado Tomas en voz baja mientras está encadenado de pies y manos y vigilado por un par de guardas
-“No le he escuchado bien a usted Sr. Tomas”- habla el representante
-“¡¡¡INOCENTE!!!¡¡¡NO LA HE MATADO!!!”- grita Tomas
-“Tranquilo señor Tomas… El consejo de justicia decidirá su veredicto tras finalizar el juicio… Necesitamos escuchar la voz de los testigos que vieron por última vez a la fallecida y a usted, entre ellos a la señorita Angie y a la señorita Sara”- habla el representante-“Hagan pasar al primer testigo...”
-“Si señor”- contesta el guarda
Christopher sigue con atención el juicio y la declaración de los testigos, pero lo más importante y lo que más le podría molestar es que hablaran tanto Angie como Sara. El rey está bastante enfadado y le hubiera encantado haberle atravesado con su espada. La reina sigue también con atención el juicio.
-“Angie… necesito hablar contigo en privado”- comenta Sara
-“¿Qué?... ¿Ahora?... ¡Tenemos que estar presentes para testificar en contra de Tomas!”- responde Angie-“Está bien… salgamos un momento fuera”
Angie y Sara salen fuera de la sala. Sara entrega una carta a Angie de Estefanía despidiéndose de todos al enterarse de que estaba embarazada.
-“Lo encontré en mi habitación debajo de la almohada al regresar a casa. No se lo he querido enseñar a nadie salvo a ti… Me da mucho miedo que, si entrego esta carta, Tomas salga de prisión y nos mate a los dos”- comenta Sara angustiada
-“¡Oh!... ¡Sara!... Eso no va a pasar pero esto es una prueba… deberías de habérsela dado al alguacil para que pueda cerrar el caso. Esto es una mala noticia… Seguro que Tomas se librará por los pelos como hace habitualmente”- contesta Angie preocupada poniéndose la mano en la frente-“Me haré cargo de entregársela personalmente al representante del consejo si no quieres verle la cara a Tomas. Intentaré convencerle para que puedas irte”
-“Señorita Blossom… Es su turno”- comenta el guarda que ha salido para buscarla
-“Suerte Angie…”- comenta Sara
Angie entra de nuevo a la sala pero Tomas no le dirige ni la palabra ni la mirada.
-“Señorita Blossom… Necesitamos cualquier prueba condenatoria para el señor Tomas que demuestre que realmente es un asesino. Adelante… le estaremos escuchando”
Angie se queda muda… Duda entre entregar o no la carta que le ha dado Sara al consejo.
-“Vamos señorita Blossom… le necesitamos más que nunca”- comenta el rey
-“Gracias Majestad… Señor… la señorita Sara me ha pedido su retirada de testificar delante del Señor Tomas y me ha hecho entrega de esta carta. Fueron las últimas palabras de la señorita Estefania”- habla Angie y le muestra la carta.
-“Señorita Blossom… ¿Qué le pasa a la señorita Sara? ¿por qué no lo ha hecho antes?”- pregunta el representante
Angie le entrega la carta y el representante la lee en silencio. Todo el mundo se queda sorprendido y hablaban en voz baja. Era una carta de suicidio de Estefanía, con lo cual Tomas quedaría libre del cargo de asesinato. Tomas suspira por momentos de alivio y Christopher se ríe por la gran metedura de pata que ha cometido Angie delante todo el mundo.
-“¡Por los dioses!... Majestad… esto prueba que el Sr. Tomas no cometió ningún asesinato y por tanto el consejo de justicia no tiene pruebas contra él que lo incriminen”- comenta el representante
La reina se levanta y se va entristecida y Angie lo siente… siente que Tomas se va a librar de una buena. El rey no tiene más remedio que ponerlo en libertad pero emite una orden de alejamiento tanto de Irivia como de las víctimas de por vida.
El juicio termina y tanto Tomas como su tío se van a la taberna a desahogar todo ese tiempo perdido mientras él estaba encerrado.
Angie se quedó sola en los pasillos, que dan a la sala del consejo de justicia, y se derrumba entre lágrimas porque cree que ha metido la pata hasta el fondo dejando libre a Tomas para que siga haciendo daño a cualquier mujer.
-“Señorita Blossom”- comenta un guarda que pasaba por ahí-“No es su culpa ni la de nadie… la señorita Estefanía estaba muy triste por no saber qué hacer y es una pena que acabara así con su vida cuando tenía una familia… ¡eh!... Míreme por favor… Yo también he metido muchas veces la pata incluso trabajando… Tenga mi pañuelo y séquese las lágrimas… Le acompañaré a su casa por seguridad. Ya terminé mi turno”
-“Gracias… snif… señor”- contesta Angie
Angie regresa disgustada a la mansión acompañada por un guarda. Allí estaba su padre, Moly y John pero Angie se encerró en su dormitorio. No quería ver a nadie…
-“Pobre Angie… No sé qué ha podido pasarle”- comenta Moly
-“Subiré a ver qué es lo que ha pasado”- habla el padre-“Os diré algo luego”
-“Si señor Ardenson”- comenta John-“Vamos Moly… tenemos trabajo”
El padre sube a la habitación de Angie y la encuentra tumbada llorando en la cama.
-“Angie… cariño… ¿qué ha pasado?... Cuéntamelo todo…”-pregunta el padre muy preocupada que se sienta en el borde de la cama.
Angie le cuenta todo a su padre de que Tomas esta libre porque Sara tenía una carta de suicidio de Estefanía.
-“Angie… Es muy duro lo que he escuchado… ¡Bah!... No te va a pasar nada… Para eso está el rey Maurus para protegernos a todos y nos tienes a nosotros que somos tu familia. ¿Eh?Además… si el rey ha dictaminado una orden de alejamiento… ya no podrá hacerte daño ni a ti ni a Sara en la vida. Vamos… recupérate Angie. Todos te queremos… y a la reina le has caído muy bien… jajaja”- comenta el padre.
La antigua tienda de juguetes del señor Kraus cerró por enfermedad y en su lugar abrieron una tremenda joyería. Entre lo de más valor, se encontraba un collar de diamantes y oro blanco de valor incalculable que haría las delicias de los más osadas aristócratas y nobles pero también un buen reclamo para los ladrones como Jonnas que no perdería la ocasión de llevárselo para venderlo en el mercado negro.
Así que, una vez cerrado el local y sus propietarios en casa, Jonnas baja del tejado y empieza a manipular la cerradura de la puerta trasera hasta que… ¡zas! Alguien le tapa la cabeza y después le golpean para que caiga inconsciente. Le atan de pies y manos y se lo llevan a rastras con la cabeza tapada por un saco.
-“¿Cuánto crees que nos darían por su cabeza?”- pregunta uno de los matones
-“Espero que mucho… sino… empezaré por partirle las piernas… jejeje ¡Vámonos antes de que alguien se dé cuenta!”- contesta el otro
La reina Audele habla con cada uno de los invitados incluyendo a Angie la cual agradeció el gesto de salvar a Moly y de cuidar a Sara.
-“Señorita Blossom… Le agradecería su presencia en nuestro castillo para poder hablar sobre la señora Abbie”- comenta la reina a Angie-“Ordenaré al doctor Philip que mantengamos una reunión en privado alejado de ojos indiscretos y con la presencia de su majestad el rey Maurus”
-“Estaré allí majestad cuando usted me lo ordene”- contesta Angie y le hace la reverencia.
-“Gracias señorita Blossom”
La reina Audele lo hace para evitar que alguien por el camino silencie para siempre a Angie si se dirigiera a Auldelae.
Los tíos de Sara se la llevan a su casa tras el sepelio. Angie se despide de Sara y le da ánimos para poder superarlo. Después Angie se refugia en brazos de su padre… Ella también está triste.
Mientras tanto en Auldelae, los guardas peinan la zona del acantilado en busca de pruebas. El rey Maurus está presente, montado a caballo, para supervisar la investigación para evitar que cualquiera pudiera manipular las pruebas para favorecer a Tomas.
-“¡Buscad hasta debajo de las piedras!… ¡Que no quede ningún rincón sin cubrir!”- grita el alguacil
De repente, uno de los perros se pone a ladrar como loco.
-“Alguacil mayor, señor… creo que el perro ha encontrado algo”
El alguacil se asoma con cuidado al acantilado y allí estaba el trozo de tela del vestido de Estefanía pero estaba muy abajo enganchado a una rama y era muy peligroso bajar allí.
-“Hace falta traer un cuerda y que alguien baje a recogerlo”-habla el alguacil
-“Si señor…”- comenta el guarda y va en busca de una cuerda.
-“Alguacil mayor… ¿alguna novedad?”- pregunta el rey Maurus
-“Majestad… Hemos hallado el escenario del crimen… solo falta un culpable. Lo malo es que hace falta bajar con una cuerda y recoger ese trozo de tela”- contesta el alguacil-“Ya ha ido uno de mis guardas a buscarlo”
El guarda regresa con un marinero que trae una cuerda.
-“Majestad, alguacil mayor, señor… Bajaré yo a esa rama para coger el trozo de tela… Los guardas no tienen mucha experiencia y tanto las olas como las rocas son muy traicioneras y cualquiera puede hacerse daño”- comenta el marinero
-“Adelante…”- contesta el rey
El marinero se ata la cuerda y los guardas la sujetan mientras baja. Al rato, sube ya con el trozo de tela del vestido.
-“Muchísimas gracias marinero… Puedes regresar ya a casa”- comenta el rey tras recibir el trozo de tela-“Aquí tienes un incentivo por su generosidad y valentía”
-“¡Gracias Majestad! Espero que se aclare todo y que el culpable sea condenado”- contesta el marinero muy satisfecho con la bolsa de dinero que el rey le ha entregado-“Mis condolencias hacia la familia”
-“Se lo haré llegar”- responde el rey-“Alguacil mayor, señor… gracias por todo… aunque aún faltan más pruebas pero por lo menos intentaremos averiguar qué ha pasado”
-“Que descanse majestad”- habla el alguacil y los guardas saludan al rey tras su marcha de vuelta al castillo.
Llegó el día del juicio y Tomas estaba muy nervioso por la decisión que podía tomar el consejo de justicia. La multitud se agolpaba a las puertas del castillo de Irivia donde le gritaban, tiraban piedras y hortalizas al carruaje de presidiario e insultos. Sería un juicio a puerta cerrada con presencia del consejo de gobernación y de justicia, del rey, testigos, el antiguo alguacil (con malas pulgas) y por supuesto las víctimas, Angie y Sara. Poco se había avanzado en la investigación pero por lo menos tenían un escenario donde supuestamente bien Estefanía se suicidara o bien Tomas acabara arrojándola al mar.
-“¡SILENCIO!...”-grita el representante del consejo de justicia-“Señor Tomas… Está usted aquí presente por el supuesto asesinato de la señorita Estefanía Moldan que usted mismo se encargó de violarla en contra de su voluntad al igual que hizo con la señorita Angie Blossom y a la señorita Sara Moldan, pelearse con la fallecida por su embarazo y arrojarla posteriormente al mar una vez fallecida… ¿Cómo se declara usted Sr. Tomas?”
-“Inocente… grrrr…”- contesta enfadado Tomas en voz baja mientras está encadenado de pies y manos y vigilado por un par de guardas
-“No le he escuchado bien a usted Sr. Tomas”- habla el representante
-“¡¡¡INOCENTE!!!¡¡¡NO LA HE MATADO!!!”- grita Tomas
-“Tranquilo señor Tomas… El consejo de justicia decidirá su veredicto tras finalizar el juicio… Necesitamos escuchar la voz de los testigos que vieron por última vez a la fallecida y a usted, entre ellos a la señorita Angie y a la señorita Sara”- habla el representante-“Hagan pasar al primer testigo...”
-“Si señor”- contesta el guarda
Christopher sigue con atención el juicio y la declaración de los testigos, pero lo más importante y lo que más le podría molestar es que hablaran tanto Angie como Sara. El rey está bastante enfadado y le hubiera encantado haberle atravesado con su espada. La reina sigue también con atención el juicio.
-“Angie… necesito hablar contigo en privado”- comenta Sara
-“¿Qué?... ¿Ahora?... ¡Tenemos que estar presentes para testificar en contra de Tomas!”- responde Angie-“Está bien… salgamos un momento fuera”
Angie y Sara salen fuera de la sala. Sara entrega una carta a Angie de Estefanía despidiéndose de todos al enterarse de que estaba embarazada.
-“Lo encontré en mi habitación debajo de la almohada al regresar a casa. No se lo he querido enseñar a nadie salvo a ti… Me da mucho miedo que, si entrego esta carta, Tomas salga de prisión y nos mate a los dos”- comenta Sara angustiada
-“¡Oh!... ¡Sara!... Eso no va a pasar pero esto es una prueba… deberías de habérsela dado al alguacil para que pueda cerrar el caso. Esto es una mala noticia… Seguro que Tomas se librará por los pelos como hace habitualmente”- contesta Angie preocupada poniéndose la mano en la frente-“Me haré cargo de entregársela personalmente al representante del consejo si no quieres verle la cara a Tomas. Intentaré convencerle para que puedas irte”
-“Señorita Blossom… Es su turno”- comenta el guarda que ha salido para buscarla
-“Suerte Angie…”- comenta Sara
Angie entra de nuevo a la sala pero Tomas no le dirige ni la palabra ni la mirada.
-“Señorita Blossom… Necesitamos cualquier prueba condenatoria para el señor Tomas que demuestre que realmente es un asesino. Adelante… le estaremos escuchando”
Angie se queda muda… Duda entre entregar o no la carta que le ha dado Sara al consejo.
-“Vamos señorita Blossom… le necesitamos más que nunca”- comenta el rey
-“Gracias Majestad… Señor… la señorita Sara me ha pedido su retirada de testificar delante del Señor Tomas y me ha hecho entrega de esta carta. Fueron las últimas palabras de la señorita Estefania”- habla Angie y le muestra la carta.
-“Señorita Blossom… ¿Qué le pasa a la señorita Sara? ¿por qué no lo ha hecho antes?”- pregunta el representante
Angie le entrega la carta y el representante la lee en silencio. Todo el mundo se queda sorprendido y hablaban en voz baja. Era una carta de suicidio de Estefanía, con lo cual Tomas quedaría libre del cargo de asesinato. Tomas suspira por momentos de alivio y Christopher se ríe por la gran metedura de pata que ha cometido Angie delante todo el mundo.
-“¡Por los dioses!... Majestad… esto prueba que el Sr. Tomas no cometió ningún asesinato y por tanto el consejo de justicia no tiene pruebas contra él que lo incriminen”- comenta el representante
La reina se levanta y se va entristecida y Angie lo siente… siente que Tomas se va a librar de una buena. El rey no tiene más remedio que ponerlo en libertad pero emite una orden de alejamiento tanto de Irivia como de las víctimas de por vida.
El juicio termina y tanto Tomas como su tío se van a la taberna a desahogar todo ese tiempo perdido mientras él estaba encerrado.
Angie se quedó sola en los pasillos, que dan a la sala del consejo de justicia, y se derrumba entre lágrimas porque cree que ha metido la pata hasta el fondo dejando libre a Tomas para que siga haciendo daño a cualquier mujer.
-“Señorita Blossom”- comenta un guarda que pasaba por ahí-“No es su culpa ni la de nadie… la señorita Estefanía estaba muy triste por no saber qué hacer y es una pena que acabara así con su vida cuando tenía una familia… ¡eh!... Míreme por favor… Yo también he metido muchas veces la pata incluso trabajando… Tenga mi pañuelo y séquese las lágrimas… Le acompañaré a su casa por seguridad. Ya terminé mi turno”
-“Gracias… snif… señor”- contesta Angie
Angie regresa disgustada a la mansión acompañada por un guarda. Allí estaba su padre, Moly y John pero Angie se encerró en su dormitorio. No quería ver a nadie…
-“Pobre Angie… No sé qué ha podido pasarle”- comenta Moly
-“Subiré a ver qué es lo que ha pasado”- habla el padre-“Os diré algo luego”
-“Si señor Ardenson”- comenta John-“Vamos Moly… tenemos trabajo”
El padre sube a la habitación de Angie y la encuentra tumbada llorando en la cama.
-“Angie… cariño… ¿qué ha pasado?... Cuéntamelo todo…”-pregunta el padre muy preocupada que se sienta en el borde de la cama.
Angie le cuenta todo a su padre de que Tomas esta libre porque Sara tenía una carta de suicidio de Estefanía.
-“Angie… Es muy duro lo que he escuchado… ¡Bah!... No te va a pasar nada… Para eso está el rey Maurus para protegernos a todos y nos tienes a nosotros que somos tu familia. ¿Eh?Además… si el rey ha dictaminado una orden de alejamiento… ya no podrá hacerte daño ni a ti ni a Sara en la vida. Vamos… recupérate Angie. Todos te queremos… y a la reina le has caído muy bien… jajaja”- comenta el padre.
La antigua tienda de juguetes del señor Kraus cerró por enfermedad y en su lugar abrieron una tremenda joyería. Entre lo de más valor, se encontraba un collar de diamantes y oro blanco de valor incalculable que haría las delicias de los más osadas aristócratas y nobles pero también un buen reclamo para los ladrones como Jonnas que no perdería la ocasión de llevárselo para venderlo en el mercado negro.
Así que, una vez cerrado el local y sus propietarios en casa, Jonnas baja del tejado y empieza a manipular la cerradura de la puerta trasera hasta que… ¡zas! Alguien le tapa la cabeza y después le golpean para que caiga inconsciente. Le atan de pies y manos y se lo llevan a rastras con la cabeza tapada por un saco.
-“¿Cuánto crees que nos darían por su cabeza?”- pregunta uno de los matones
-“Espero que mucho… sino… empezaré por partirle las piernas… jejeje ¡Vámonos antes de que alguien se dé cuenta!”- contesta el otro
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