Otros capitulos

Translate

CAPITULO 7: EL HUNDIMIENTO DE LA MANSIÓN



Claudio salió del armario, en el que estaba escondido, y Jonnas lo vio salir desde la cama

-“¿Cuánto tiempo has estado en el armario Claudio? Jajaja… AARGGH”


-“¡Schissss! Que me van a pillar…”- contesta Claudio-“Casi me juego el cuello… He oído todo lo que ha dicho el rey… Es un chantajista… Procura escaparte lo antes posible de la escuela Audele… Me da muy mala espina que te utilice para recuperar una vasija que no tiene ningún valor. Robar alta joyeria da mucho más dinero y rentabilidad… ¿socios?”


Claudio le acerca la mano para cerrar el trato que dejaron pendiente al salir del calabozo, ya que su prioridad en ese momento era la de escapar cuanto antes.

-“¡Socios!...”- Jonnas cierra el trato

En ese momento entra Angie con un caldero de agua caliente para Jonnas. Claudio se asusta pero luego suspira aliviado.

-“¡Uf! Creía que eras un guarda… Ya me iba a esconder Angie

-“¿Qué estáis tramando?”- pregunta Angie mientras deja el caldero en la cómoda que hay cerca de la cama.

-“Eh… cosas de socios… nada importante… solo desearle suerte y que recupere la vasija lo antes posible para solucionar el problema. Le enseñaré otros trabajos más interesantes alejados de la calle… ¿un herrero?...  ¡En fin Angie!... ¡Me tengo que ir!”


-“¡Alto ahí Claudio!”- contesta Angie incrédula y que no se creía ni una palabra-“No me creo nada… además por esa puerta ahí dos guardas y otros que están vigilando la mansión que dudarán mucho de que salgas vivo de aquí. Además el rey está abajo con mi padre”


-“¿Alguna alternativa Angie?... Me estoy poniendo un pelín nervioso…”- pregunta Claudio

-“Si claro… Ahora mismo estamos en la habitación del sr. Frank, mi abuelo, y tiene una puerta de servicio en el baño para evitar que los empleados entren a la habitación a molestarlo mientras está en la cama. Al salir, a la derecha, hay unas escaleras de servicio que dan a la cocina y una puerta de servicio… Es el sitio más seguro y menos vigilado”


-“Tomaré nota Angie… Sin antes no llenar mi estómago que me suplica algo comestible… Ya sabes… En el calabozo solo servían los desperdicios de los demás y nos trataban como animales… ¿Me harías ese favor?¡¡¡Por favor!!!”- suplica Claudio

-“¡Ays!... ¡Está bien!”-suspira Angie-“Umm… Ya que te hago el favor de alimentarte… ¿Por qué no me ayudas a encontrar a los caballos? Me comentaste que no andarían muy lejos… ¿Socios?”


Angie le muestra la mano…

-“Socios… Está bien… cuando acabes con Jonnas… Nos ponemos en marcha”- contesta Claudio

-“Más os vale a los dos no hacer nada raro si no queréis que los guardas os ahorquen a los dos en mi propia casa”- habla Angie mientras le ponía un paño de agua caliente a Jonnas en la frente para limpiarle la cara.


-“Trato hecho Angie… Por mí, tienes mi palabra”- contesta Claudio

-“Yo también Angie… ¡agh!”- contesta Jonnas y Angie le muestra una sonrisa


-“¡Bien!... Jonnas te traeré un caldo de verduras más tarde… es lo único que no ha tocado Christopher”- comenta Angie


-“¿Verduras?... ¡Uarrj!... Preferiría un buen cochinillo asado en su jugo”- comenta Claudio y se echan a reir.


-“¿De dónde voy a sacar un cochinillo y más a estas horas de la noche?”- pregunta Angie riendose

-“Quizás en la pocilga quede algún cerdo”- comenta Claudio-“Me encargaré de sacrificarlo”


-“La pocilga tiene mejor olor que tu Claudio… ahuyentarías a cualquier dama que se te acercara… agh”- comenta Jonnas mientras que acaricia a Angie la cara, Angie se rie y Claudio empieza a oler ambas axilas


-“Es un buen olor… ¿Qué tiene de malo?”- habla Claudio


-“¡Anda… Vámonos! Jajaja”- comenta Angie que no paraba de reirse


Angie y Claudio salen por la puerta de servicio, en el baño, y bajan las escaleras hasta la cocina. Claudio coge un cuchillo para sacrificar a un cerdo. Salen por la puerta de servicio y se dirigen a la pocilga con cuidado de que los guardas no viesen a Claudio.

Justo antes de llegar, Angie escucha el relinche de los caballos. Cree que están en el pabellón asustados.

-“Claudio… ocúpate del cerdo…  creo que he escuchado a los caballos”- comenta Angie-“¡Ten cuidado!”

-“Sin problemas Angie… nos vemos en la cocina”- comenta Claudio en voz baja


Angie va andando tranquilamente ya que a ella no le va a pasar nada si la ven los guardas pero Claudio tiene que tener cuidado por si las moscas, ya que el chillido del cerdo podría delatar su presencia. Así que Claudio lo mete dentro del pajar para que nadie lo oiga.


Angie llega a la puerta del pabellón, donde se cayó de Daniela cuando tenía 15 años, la abre y ahí estaban todos los caballos y un guarda.

-“Srta. Blossom… Mis colegas y yo nos hemos encargado de recuperarlos ya que alguien les abrió la puerta y estuvieron perdidos y desorientados por Irivia. Eran muy fáciles identificarlos ya que vienen con el escudo en el costado del caballo. Nos ha costado trabajo recuperarlos y los hemos dejado aquí para que se calmen. Después los meteremos cada uno en su cuadra… Puede estar tranquila”- comenta el guarda que se acerca a hablar con Angie.

-“¡Oh! ¡Gracias señor!... ¡Estoy muy feliz y orgullosa que ustedes los hayáis rescatado!... ¿Hay alguno herido?”- pregunta Angie muy contenta

-“No srta. Blossom… Gracias a los Dioses, no… y para eso estamos srta. Blossom”- comenta el guarda y se va


-“¡¡Daniela!!… ¡¡Ven!!… jajaja”- habla Angie a la yegua Daniela que se acerca con lágrimas en los ojos- “Tranquila chica… estás a salvo…”


Angie acaricia el rostro de Daniela para tranquilizarla

-“Gracias señor… Tengo que regresar Daniela… hay que hacer la cena…”- habla Angie despidiéndose del guarda y de Daniela.

Angie regresa a la mansión con un rostro de tranquilidad al saber que están poco a poco recuperando los caballos de Frank.

-“¿Los has encontrado Angie?”- pregunta Claudio destripando al cochinillo muerto en la mesa de la cocina-“Me encantaría que esta noche sea yo el chef… Me salen de rechupete… Siéntate Angie y ponte cómoda”

-“Si Claudio… y gracias… Están todos en el pabellón para contabilizarlos y después los meterán a sus cuadras. Es un gran alivio después de todo lo que ha pasado”- comenta Angie mientras se sienta en la silla.

-“¡Vaya! ¡Qué gran noticia!”- comenta Claudio mientras enciende la hoguera del horno de leña-“¡Ouch!... ¡Que me quemo!.. He perdido la costumbre”


Angie se rie y Claudio sopla su mano quemada


-“¡Espera que te ayude! Jajaja… Sino el que se va a asar de verdad eres tú Claudio”- habla Angie y le ayuda a encender el fuego- “Eres muy gracioso Claudio”


-“¡Oh un placer Angie!”- contesta Claudio


Angie hace la sopa de verduras para Jonnas mientras que Claudio hace el cochinillo asado. Ambos se sientan a cenar.

-“¿Por qué te encerraron en el calabozo Claudio?”- pregunta Angie

-“Ya sabes que tengo mucha carisma, simpatía… y eso hizo que me metieran en el calabozo… y no una… sino muchas veces”- contesta Claudio-“Lo más gordo que hice fue que me hice pasar por un sobrino de un noble para pedir un crédito, ya sabes, para vivir de lujo a costa del pobre señor. El bobo de turno se lo creyó todo hasta que el pobre hombre la palmó al ver la deuda que había contraído con el banco y el jefe del banco… bueno… ya sabes… mandó a dos guardas a buscarme pero mi problema de sobrepeso pues era evidente que en la carrera, me iban a ganar a mí. Así que me pusieron delante del consejo de justicia como a un pobre borrego y me sentenciaron a cadena perpetua y menos mal que pedí compasión al rey, que si no me ahorcaban… De eso hace ya cinco años… Hasta que ese Tomas me lanzó a Jonnas en el calabozo… y aquí estoy”


-“Jajajajaja… ¡Por los dioses!... Entre el ladrón de Jonnas y tu… me tiraría por un precipio si os quedarais”- comenta Angie pasmada.

-“Bueno no le des mayor importancia porque me has ayudado y pienso ayudarte si necesitas algo… ¡Esto ha estado delicioso!… uaarrrjjj”- rebuzna Claudio y Angie se rie porque no son muy buenos modales en la mesa y menos delante de una señorita-“Creo que me iré a mi antigua cueva si aún quedan los cimientos…”


-“¡Espera Claudio!... ¡No te vayas!... ¡Te necesito!... ¡Aquí hay sitio de sobra!... Además, creo que hay ropa de Frank que podría quedarte bien. Él está en un asilo y ya no creo que lo vaya a necesitar más. Quédatelo todo”- comenta Angie antes de que se vaya Claudio


-“Vaya… es un buen detalle por tu parte… ¿Y qué digo yo si me descubren?”- pregunta Claudio


-“Tranquilo… algo se me ocurrirá”- comenta Angie mientras coge de ambos brazos a Claudio-“ Les diré que eres un ayudante de cuadras”

-“¡Bien Angie!... ¡Espero que al pobre John no le dé un ataque de histeria!... Ya sabes lo que le pasa con Jonnas que no quiere ni verle ni muerto”- contesta Claudio-“Estoy muy cansado…¡¡¡OARRGGGHHH!!! Me pegaré un buen baño a la salud de Frank y luego pondré mi espalda a dormir. Buenas noches Angie”


-“Buenas noches Claudio”-contesta Angie con una sonrisa


Mientras Angie y Claudio suben a descansar y esta le da toda la ropa de Frank, Maurus y el padre están sentados enfrente de la chimenea en la gran sala de la mansión.

-“Bien sr. Ardenson, mis guardas están peinando cada centímetro de la mansión Blossom para garantizaros vuestra seguridad. Mañana ordenaré a parte de mis sirvientes que vengan a limpiar y arreglar todos los destrozos ocasionados por el sr. Tomas y su tío. A ambos se les ha puesto una orden de búsqueda y captura por todo el reino. No tienen por qué preocuparse”

-“Majestad… le agradezco muchísimo su interés. Se lo agradeceré eternamente su noble gesto. Pero hay una cosa que me preocupa y es Angie. Ella aún quiere saber el paradero de su verdadera madre y el significado del medallón que cuelga de su cuello”

-“Sr. Ardenson, la reina se ocupará de la srta. Blossom y le ayudará a descubrir qué pasó. En cuanto Jonnas se recupere, lo mandaré a la escuela Audele al igual que el sr. John, ya que está muy interesado. Si este primero se escapara, no dudaré en mandarlo a la prisión en Victoria. Espero que el sr. Jhon se convierta en un gran caballero y recupere la vasija para su destrucción. Si lo hace, organizaré la boda entre ambos y tendrán asegurada su pensión vitalicia hasta incluso para la siguiente generación”- comenta Maurus-“A ambos les vendría muy bien un cambio de aires en Auldelae… Comentaré al doctor Philips que les prepare habitaciones para que pasen unos días de descanso alejados de la mansión y sus problemas”


-“Muchísimas gracias Majestad… Seguro que mi hija se pondrá muy feliz cuando se lo comente”- habla el padre-“¿Por qué es tan importante esa vasija majestad?”


-“Se lo explicaré en detalle… Esa vasija es sagrada y pertenecía a una secta demoniaca compuesta por diez monjes, entre ellos Drakum que lo capturé con mis propias manos tras una gran batalla y que, por desgracia, fue brutalmente asesinado en mi presencia, en la que contiene el poder abismal. Si alguien encuentra las diez piedras sagradas y el medallón maldito y lo activa… Sería el apocalipsis… Habría guerras, hambre, asesinatos… Nadie estaría a salvo. Fundé la orden de los dragones negros, mis mejores hombres, intérpretes y guerreros a la vez, para que ninguno se acercara a la vasija sagrada pero por lo que he oído, muchos de ellos han sucumbido en vida o se han puesto del lado opuesto. Lo que lleva la srta. Blossom, es el medallón verdadero para la destrucción de la vasija. Si alguien la mata y destruyen el medallón fundiéndolo en el fuego... ¡arf!... Por eso es importante que la mantengamos a salvo Sr. Ardenson y le pido que sea discreto para que ella pueda luchar contra el resto de los monjes”

El padre se queda en blanco y le da miedo que alguien pueda acabar o robar el medallón que tiene Angie en su poder. Se acordó el momento en el que Frank bromeó en la antigua posada con que Angie no iba a ir a guerrear. En ese momento entra un mensajero para hablar con el rey

-“Bueno… Sr. Ardenson… Tengo que reunirme con los capitanes para organizar la búsqueda de la vasija y garantizar la paz. Puede acudir cuando quiera al castillo… Será bien recibido al igual que a la srta. Blossom. Buenas noches sr. Ardenson”

-“Buenas noches majestad y gracias por todo”- contesta el padre


El padre se queda muy pensativo sobre todo lo que está sucediendo y lo que sucederá en el futuro. El rey le pone la mano en el hombro después de levantarse del sillón…

-“Sr. Ardenson… No se preocupe… Descanse tranquilo “- anima el rey y se marcha junto con dos guardas de escolta.

Todos descansan tranquilos en sus habitaciones mientras Jacob mira a Daniela muy preocupado desde su cuadra. Como bien sabéis, Jacob es un buen escapista, así que abre la puerta del box y se acerca a olerla para calmarla. Daniela se da la vuelta y huele la cara de Jacob. Jacob levanta la cabeza y se queda mirándola… Daniela le da el beso de buenas noches a Jacob y se da la media vuelta. Parece que no está muy por la labor de dejarse seducir con Jacob. Roland saca su cabeza y relincha como diciéndole que no es suya, sino de él. Jacob gira la cabeza y le mira a los ojos enfadados de Roland el cual se levanta de sus patas delanteras relinchando y gritando para asustarlo y en plan provocativo. Jacob no hace ni caso pero parece que Roland tiene gana de pelea al igual que le pasa a John con Jonnas… John los oye, ya que le gusta dormir en el establo, y va a ver qué ocurre.

-“Jacob… ¿Pero qué?... ¿Quién te ha  abierto la puerta?... ¡Eres un travieso chico!”- regaña John a Jacob- “¡Roland!... ¡Cálmate!”

Roland se calma y Jacob gira su cuerpo y señala con su cabeza a Daniela.

-“¡Ays Jacob y el amor!... Vuelve a tu cuadra a descansar… Mañana os soltaré un rato en el pabellón… ¡Vamos Jacob!... ¡Muevete!”- habla John mientras tira del bozal del caballo que no está por la labor de mover ninguna pata-“¡¡Venga Jacob!!... ¡No hagas que me enfade!”

Jacob al final desiste y se vuelve a su cuadra mientras que Daniela se queda observándole.

-“Buen chico Jacob… Ahora a descansar… Dejala tranquila… Está muy asustada por todo lo que ha pasado”- comenta John mientras le acaricia y Jacob le mira un poco disgustado- “Vamos chico… no te disgustes”

John vuelve a la cama a descansar y Jacob desiste, por ahora, en su intento de estar junto a Daniela.

Por la mañana John mete a todos los caballos en el pabellón para poder limpiar tranquilamente las cuadras. Jacob se acerca a Daniela a olerla por el trasero con sumo interés de conquistarla y Roland, mientras estaba desayunando heno, se da cuenta y se tira a pelear con Jacob propinándole una buena coz. Daniela y el resto se asustan y Jacob se defiende como un campeón de Roland y los gritos y relinches de ambos alertan a todos, que estaban tranquilamente desayunando en la terraza. John, el padre y Claudio echan a correr hacia el pabellón antes de que ambos salgan heridos. Roland muerde a Jacob en el cuello y este empieza a sangrar… Jacob grita del dolor pero sigue peleando.

-“¡¡¡SEPARADLOS ANTES DE QUE SE MATEN!!!”- grita el padre desesperado

Claudio y John intentan desesperadamente parad a Roland mientras que el padre sujeta a Jacob pero Claudio cae al suelo, al no poder sostenerlo, y casi le aplasta con las patas delanteras. John está montado sobre Roland en un caballo totalmente desbocado y cae también accidentalmente al suelo…

-“¡¡¡AAGGGHHH!!!”- grita John al ser lanzado al suelo

De repente entra Angie y un arquero y este le lanza una flecha a la cabeza. Roland cae inmediatamente a suelo herido de muerte. A John le duele muchísimo el brazo, parece que se le ha roto. Angie corre a socorrerle.

-“¡¡¡JOHN!!!...¡¡¡ ¿ESTÁS BIEN?!!!”

-“¡¡¡MI BRAZO… AGGGHHHHH!!!”- grita John


Angie ayuda a levantarse  y el arquero ayuda a John a sentarlo en el borde del abrevadero. Angie va a ver al moribundo Roland pero Claudio coge del brazo a Angie

-“Vamos Angie… ya no hay nada más que hacer… Deja que se vaya”

Angie se pone muy triste y sobre todo las heridas que tiene el pobre Jacob.

-“Hija mia… tranquila… yo le curaré…”- comenta angustiado el padre

Varios sirvientes entran a ayudar al padre a llevarlos a todos a las cuadras y otros a John para llevarlo a la cama. El padre coge un puñal que le da un guarda y acaba con la vida de Roland.

Un rato después, Angie va a la cuadra donde está Jacob malherido. Le toca la herida del cuello y Jacob se retira por el dolor. Está muy triste y dolorido por las graves heridas.

-“¡Lo siento Jacob!... snif…”- llora Angie y Jacob se arrima al hombro de Angie para darle consuelo y cariño

El padre la observa desde afuera

-“¡Animo Angie!... Se curará y volverá a ser el de siempre. Vamos… tranquila… vamos a ayudar a John”

John no paraba de gritar y Claudio está con él mientras que uno de los sirvientes le entablillaba el brazo y la pierna izquierda. Menos mal que no era tan grave como se pensó en un primer momento.

-“Eres un quejica John… Mírame… a mí cuando me torturaban no decía ni mu… y también me dolía… Solo los Dioses y un poco de whisky me aliviaban el dolor y si hubiera alguna mujer ¡uf! Ni te cuento… Aquí tienes muchacho… y no creo que sea la única vez que te hayas roto algo”- comenta Claudio

-“¡¡¡ME DUELE TODO!!!...¡¡¡AGGGHHH!!!”


-“Y quieres ir a esa escuela militar… ¡prrfff!... vaya crio… yo que tú… seguía trabajando aquí porque seguro que si te envían fuera… no vuelves andando… eso te lo puedo asegurar”- comenta Claudio y le pega un lingotazo al whisky el cual luego escupe-“¡¡¡¡PRRRFFFF!!!!... ¡¡¡UARRRJJJ!!!... ¡¡¡SABE A VINAGRE!!!... ¿No tendrá Frank algo mejor que esto?”

-“¡¡ ¿Y TU NO TIENES ALGO MEJOR QUE HACER QUE REVENTAR LA BODEGA Y LA DESPENSA DEL SEÑOR FRANK?!!...¡¡¡AGGHHHH!!!”- pregunta John

-“Angie me dijo que le falta poco para irse al otro barrio… no creo mucho que le importe… “- comenta Claudio mientras empina de nuevo el codo-“Te dejo… creo que tienes que recuperarte”

John se cabrea y Claudio se despide dejándole solo en un grito.

Jonnas se despierta y se levanta de la cama. Aún le duele un poco pero tampoco tiene la fuerza para salir por patas de la mansión, así que sale al balcón a tomar un poco el aire. Observa como hay un montón de guardas patrullando y sirvientes arreglando la mansión. Poco puede hacer salvo recuperarse.

Al rato Jonnas observa como la reina Audele hace su aparición en la mansión acompañada de una joven llamada Petra.

-“Majestad”- contesta uno de los sirvientes


-“Buenos días señor… ¿Está la señorita Blossom?”- pregunta la reina


-“Ahora mismo la llamo majestad…”- contesta y se va en busca de Angie.


Angie aparece por la puerta que da al jardín.

-“Majestad… nos honra su visita a la mansión Blossom de nuevo”- comenta Angie

-“Hace un día maravilloso… Queda poco para que el calor haga su presencia Angie… Le presento a mi sirvienta Petra que estará encantada de ayudarle en lo que necesite”


-“Majestad”- contesta Petra-“Buenos días señorita Blossom”

-“Buenos días Petra y bienvenida a la mansión. Puedes llamarme Angie si lo deseas”- contesta Angie-“Majestad… Salgamos fuera a dar un paseo. Hemos tenido una mañana bastante accidentada”

Salen al jardín las tres a pasear y a que Petra conozca poco a poco la mansión. Petra tiene 24 años, es rubia de ojos azules, alta y delgada, muy simpática al igual que lo fue Moly pero que no solo ayudará a Angie en las tareas diarias si no a descifrar cada uno de los libros sagrados para dar con el paradero de las piedras sagradas. Ella es una escriba que ayudaba a Drakum en el calabozo precisamente para poder saber cómo destruir la vasija y evitar la propagación del mal.

-“¿Ha ocurrido algo grave Angie?”- pregunta la reina preocupada

-“Si majestad… Uno de nuestros caballos se ha peleado con Jacob y ha dejado malherido tanto a Jacob como a John”- contesta suspirando Angie


-“¡Por los dioses!... Rezaré para que se recuperen ambos pronto”


-“Gracias majestad”- contesta Angie-“¿Qué nos honra con su presencia majestad?”


-“Angie… deja de decir majestad… llámame Audele… como si fuéramos amigas de toda la vida. He venido porque necesito tu ayuda y tú también para saber qué fue de tu verdadera madre aunque el doctor Philip comentó que Frank sabía algo más de su hija pero en su estado, dudo mucho que se acuerde.

Además Petra no es solo una sirvienta, ella era la escriba del monje asesinado que te ayudará a todas tus preguntas relacionadas con el medallón que llevas puesto”


-“Y… ¿Por qué me lo dio Moly?.... ¿Cómo llegó a sus manos?... ¿Por qué tengo que hacerlo?... ¿Qué es lo que tengo que saber del medallón?”- pregunta Angie

-“¡Arf!... No lo sé Angie… Quizás la robara… nunca lo he sabido… Petra te ayudará… todos te echaremos una mano”- Audele se para delante de la tumba de Margaret-“Pobre Margaret… Ella era una bellísima persona pero el destino quiso que alguien se cruzara en su camino”

-“Quizás la respuesta puede que la encuentre en el Centro Layre”- comenta Angie delante de la tumba de Margaret y la reina gira la cabeza.

-“¿Cómo?... ¡No Angie!... ¡Es muy peligroso!... Está todo medio derrumbado y podrías hacerte daño… No creo que haya nada después de haberse incendiado. Está precintado bajo orden de ahorcamiento del rey”

-“¿¿Por qué no puedo??”- pregunta Angie-“¡Es mi pasado Audele!... ¡Necesito saber qué fue de mi madre!… ¡¡Quizás haya dejado alguna pista en la celda de aislamiento!! Lo que me dio el doctor Philip no me dice nada nuevo salvo su extrema locura”

-“¡Ay Angie!... ¡Por los Dioses!... ¡Déjame que hable con el rey!... Pero no irás sola… Quiero que vayas con alguien por si pasa algo… ¿Esta claro?”- habla la reina suspirando, Angie asiste tristemente con la cabeza-“Ven… Dame un abrazo… Tranquila…”

Angie le da un abrazo a la reina y le da las gracias. Petra se despide de la reina y ayuda a Angie a preparar el almuerzo para los dos convalecientes y para el resto.

Por la noche, la reina se acerca al despacho del rey, que está muy preocupado e indignado por la negativa del consejo de gobernación a mandar a un sequito a la búsqueda de Tomas y de la vasija por falta de liquidez ya que la enfermedad de la peste estaba diezmando hasta las arcas del reino y la paciencia de los ciudadanos que quieren una solución como la bajada de impuestos y que si no la hay, podrían acabar en revueltas. No era el momento adecuado para iniciar la conversación sobre llevar a Angie al abandonado centro Layre así que lo dejó tranquilo y se fue al dormitorio real a descansar no sin antes tener una breve conversación con el capitán de la guarda para saltarse la estricta orden del precinto del Centro Layre.

-“Capitán… Como reina de Irivia, le ordeno a que acompañe a la señorita Blossom al registro en el Centro Layre para que ella pueda intentar averiguar el paradero de su madre”- comenta Audele

-“Majestad… como capitán de la guarda y leal al rey, juré no levantar ningún precinto ya que podría correr el riesgo de que prescindan de mi e incluso llevarme a la ahorca por desobediencia militar”- contesta el capitán


-“Le ordeno capitán… y asumo el riesgo con mi corona… Lleve a la srta. Blossom y no dé más explicaciones”- contesta Audele en un tono un poco más agresivo


-“Si majestad… como lo ordene usted majestad”- contesta el capitán-“Organizaré la visita garantizando la seguridad de la srta. Blossom”


La reina da su visto bueno y se retiran tanto el capitán como la reina pero el capitan hace oidos sordos.

A la semana siguiente, y tras descartar el doctor la rotura de hombro y de la pierna y calificarlo como una contusión y un esguince a John, John y Angie cabalgan a toda prisa, con Jacob y Daniela, por el bosque.

-“¡¡¡Vamos Angie!!!... ¡¡¡Que te gano!!!... ¡¡¡JAJAJA!!!...¡¡¡Corre Jacob!!!”- grita John

-“¡¡¡¡No corras!!!!...¡¡¡jajaja!!!...¡¡Vayas a caerte!!”- grita Angie-“¡¡¡¡UHHHH!!!!...¡¡¡CORRE DANIELA, CORRE!!!”


Ambos llegan a la antigua posada y se bajan de los caballos que están exhaustos.

-“Así que este era tu antigua morada… ¡arf!... jajaja”- comenta John exhausto

-“John… un respeto… se incendió por culpa de una tormenta… jajaja”- le pega un codazo a John- “¿Carrera hasta el molino?...”


Angie sale corriendo y John le persigue. Angie se cae al suelo pero se levanta rápidamente…

-“Jajaja”- rie Angie-“¡¡AAGGH!!”

-“¡Te pille!... Ahora sí que no te vas a ir a ningún lado”- grita John y le agarra del brazo-“Y lo serás para toda mi vida… Te amo con locura… Angie”


Sus miradas se confuden a ojos de la fallecida madre….

-“¡¡Para!!... jajaja”- grita Angie mientras John intenta besarla pero John consigue su objetivo final.

Pero, Angie sucumbió a los encantos de John y entraron besándose mutuamente dentro del molino donde sucumbió al amor. Lo hicieron… como dos auténticos enamorados teniendo a testigos incrédulos a Jacob y a Daniela.

Un rato más tarde, tras finalizar el acto sexual, Angie mira a John

-“John…”- habla Angie con cara de preocupación

-“¿Qué te ocurre Angie?... ¿No te ha gustado?...”- se gira y pregunta John acariciándola


-“No es eso… Me preocupa que te manden a una guerra y te maten… Creo que es mala idea y que deberías de quedarte conmigo en la mansión. Ya tienen a Jonnas para que lo recupere. No le echarán de menos nadie si él muere”

-“Angie… tranquila… ven…”- comenta John, la besa y le da un abrazo-“Será mejor que volvamos antes de que tu padre nos mate… arrgh”


Ambos inician el regreso de vuelta a la mansión. Jonnas ve a ambos desde el balcón.

-“Os habéis divertido mucho por lo que veo… ¿no?”- habla Jonnas desde arriba-“Parece que te la has llevado por fin al huerto mientras yo estoy aquí encerrado en esta jaula de oro”

-“¿Tienes celos? ¿Eh?... ¡Vaya parece que aún no te has comido ninguna rosca con nadie!... ¡Anda y metete en tus asuntos escoria! ¡Dale gracias a los dioses que por lo menos no estés pudriéndote en una celda!”- grita John-“¡Mientras que a ti te matarán, yo me casaré con Angie y viviré para siempre!”


-“He tenido muchas mujeres John… pero ninguna me ha llenado tanto como Angie… Tienes suerte muchacho de tenerla… Si no me la quedaba… Jajaja”


John le lanza una piedra pero no acierta. Jonnas se ríe.

-“¡¡John!!... ¡Calmate!”- grita Angie, le pega un guantazo en la cara y le da esquinazo


-“¡¡¡Angie!!!”- grita John pero recibe un portazo delante de sus narices


Angie no le gustó lo que hizo con Jonnas pero el otro no le dio mayor importancia.

Ya más calmada, Angie se sienta en la gran sala a leer el diario de Margaret una vez más cuando el medallón se vuelve a iluminar. De repente, ante sus ojos asombrados, las últimas páginas que ella vio en blanco, se convirtieron en palabras para contar sus últimas vivencias antes de partir al más allá por culpa de un loco.

“Esta noche gélida me encuentro escribiendo como cada noche ante mi “parcela” privada y preocupada por el estado de mi hija Abbie. 

Cuando Susan me contó que ella era una señorita de compañía y que mi hijo la había vendido al prostíbulo de la Madame Rose por una deuda de juego y el cual era un cliente habitual, quería que los dioses descargaran toda su ira contra la tierra.


No podía permitir que el nombre de la casa Blossom quedara manchada de por vida ni delante del resto de la nobleza, así que pedí a Susan personalmente que se ocupara de ella y que la mandara al centro Layre para recuperarla, tal como ella me recomendó.


Encima me entero que Abbie está de ocho meses y que no sabré ni siquiera el sexo del bebé. ¿Quién fue el padre? ¿Y por qué me está pasando esto tan pronto y tan joven? Nunca lo sabré. Me da mucha pena tener que deshacerme de dos criaturas, tanto mi hija como mi futuro nieto o nieta y el dolor tan grande que tengo al haber perdido a mis hijos uno en la guerra y el otro por la deuda.


Frank está encerrado en su despacho muy cabreado, bebiendo como hace habitualmente cuando las cosas no van bien y con ganas de tirarse por el balcón pero yo le quiero mucho y por eso di mis votos cuando me casé con él. Bastante he tenido que aguantar sus ausencias por las guerras contra los monjes demoniacos según él me contaba, cuando regresaba, con el padre del príncipe Maurus, el cual, en cuanto ganaran, iba a ceder el trono nuestro actual rey.


Lo único bueno y la eterna alegría de esta casa, es Moly y los caballos…”


Angie ve una mancha de sangre que crece en la última hoja del diario y que probablemente es la sangre que vertió Margaret después de que alguien le asesinara. Angie ya tiene otra posible pista, el prostíbulo de la Madame Rose, donde probablemente tengan algún registro de entrada y salida de clientes para así saber quién era su padre y poder hablar con él pero claro… de eso pasó hace ya unos veinte años y quizás no lo tengan. Así que Angie va a hablar con Claudio, que está en el establo, para ver si puede echarle un cable.

-“Claudio… necesito tu ayuda otra vez”

-“Claro… cuéntame”- contesta Claudio


-“Terminé de leer el diario de mi abuela y en ella menciona el prostíbulo de Madame Rose y me gustaría saber si allí, aún, tuvieran el registro de entrada y salida de clientes de hace 20 años. Quiero saber quién es mi padre y si me pudieras acompañar”


Claudio se queda sin reaccionar…

-“¡Angie!... Ese sitio es muy peligroso… ¿No sabes que el socio era el antiguo alguacil?... Si te ve, podrías tener un gran problema”- contesta Claudio-“O cualquiera podría confundirte con una señorita y tu… eres una gran señora… no deberías de ir”

-“Maldita sea… Lo olvidé”- contesta Angie frustrada poniéndose la mano en la cara


-“Pues ya va siendo hora de que lo olvides… Solo pueden matarte allí”


-“¿Y cómo podría hablar con Madame Rose sin tener que acudir allí?”- pregunta Angie


-“Invítala a la mansión… sería el lugar más seguro… Tengo contactos de algunos sirvientes que frecuentan ese garito después del trabajo.”- comenta Claudio-“Lo único es que no deberías poner tu nombre por si las moscas…”


Angie se sienta en el escritorio de la oficina del establo y escribe un mensaje para Madame Rose para que venga a la mansión a hablar con ella.

-“Aquí tienes Claudio… Te lo recompensaré después”

-“Será un placer Angie… Ten mi palabra”- contesta Claudio mientras recoge la carta


Claudio habla con uno de los sirvientes y le pide discreción y que no diga de qué parte va por seguridad.

A la mañana siguiente, como era de esperar, Madame Rose se presenta en la mansión junto con dos matones y Claudio la recibe. Es una mujer muy cerrada, fría y calculadora que no deja que nadie salga del garito sin pagar a sus “empleadas”.

Angie se sienta en el jardín con Madame Rose y, mientras Petra les sirve el té, Madame Rose no le quita ojo a la sirvienta.

-“Buenos días srta. Blossom… espero que tenga un buen motivo para que acuda a su fabulosa y magnifica mansión que no dudaría en comprarla para que mis chicas y clientes estén mucho… más comodas y ganar más dinero. Soy una mujer bastante ocupada”

-“No le haré perder mucho el tiempo Madame Rose pero necesito su ayuda. Sé que ha pasado mucho tiempo desde que Abbie dejará de trabajar para usted…”


-“¡¡¡PRRRTTT!!!”- escupe Madame Rose el té en la taza-“¡¡¡ ¿Abbie?!!!... Jajaja… ¡¡ No me suena de nada srta. Blossom!!”

-“¿Y de la deuda de juego que contrajo mi fallecido tio?”

-“Señorita Blossom… No sé de qué me está hablando… Pero éramos dos socios los que manejamos el local porque me he enterado que Christopher ha aparecido medio devorado por esas bestias inmunes y con gusanos en mitad del bosque… ¡uarj!… Aunque mejor… Todo la herencia va a ser mia al fin… jajaja… Qué pena…”


-“Vaya… No lo sabía”- comenta Angie-“¿Podría pedirle un favor antes de que se vaya?”

-“Si adelante srta. Blossom… adelante”- contesta Madame Rose mientras da un sorbetón al té


-“Quería saber si aún guarda el registro de entradas y salidas de los clientes de hace 20 años”


-“Srta. Blossom… Me está pidiendo muchas cosas en poco tiempo… El registro es confidencial que garantiza la privacidad de mis clientes. Si saliera a luz, habría muchos divorcios o suicidios. Sería un gran escándalo en Irivia y más si alguno pertenece a la nobleza o realeza. Siento no poder ayudarle en nada más…” –contesta Madame Rose- “Bien srta. Blossom… me despido de usted. Ha sido un gran placer poder compartir el té con usted pero ojalá pudiera dedicarle más tiempo pero ya sabes que es una cueva de ladrones y Abbie era una de ellas… ¡ups!... ¡se me ha escapado!... ¡Hasta luego srta. Blossom!”


Madame Rose se fue por donde vino y Angie se quedó pillada cuando escuchó que su propia madre era una ladrona… quizás esto tuvo mucho que ver con el robo del medallón que ella actualmente lleva puesto en el cuello. Pero… ¿de quién era?

Esa noche, Angie tiene muchas pesadillas en la que sueña con la maldita vasija, demonios, dragones…  y se despierta de repente. Se asoma al balcón y de repente el medallón se ilumina y aparece al lado el fantasma de Margaret apoyada en la baranda. Angie se asusta.

-“¡Angie!... ¡Gracias por ayudarme y saber qué fue de Abbie aunque te quede mucho camino por recorrer y para poder destruir el poder abismal!... ¡Ya me voy a estar al lado de los dioses pero siempre estaré a tu lado protegiéndote con el medallón!”

-“De nada abuela… snif… te echaré mucho de menos… espero encajar el puzzle de mi pasado y el del futuro para poder vivir eternamente… snif”- contesta Angie


De repente la baranda del balcón se convierte en unas escaleras hacia el cielo y Margaret sube por ellas para estar al lado de los dioses. Se gira y le manda una gran sonrisa a Angie.

-“Nieta mia… no llores… nunca lo hagas… ya sabes que siempre te protegeré… te protegeré… te protegeré…“

Tanto las escaleras como el fantasma se desvaneció y la noche continuó para Angie que se quedó mirando a las estrellas pero sobre todo a una en particular que brillaba más que las otras. De repente su medallón se iluminó y lo miró y era el medallón de los dragones negros donde en los ojos del dragón, había dos diamantes que antes no estaban. Angie aprieta y cierra los ojos para sentir su fuerza dejando caer sus lágrimas al suelo.

Mientras Jonnas bastante recuperado, entró a la habitación de Angie donde la encontró llorando de felicidad en el balcón.

-“Angie… ¿ocurre algo?”

-“¡Por fin Margaret puede descansar en paz pero mira lo que tiene el medallón!... Es el símbolo de un dragón y en sus ojos hay dos diamantes incrustados y este medallón parece que tiene un poder muy fuerte y que me protegerá de todo lo que pueda pasar pero aun no entiendo su funcionamiento… quizás tenga que ver con la vasija que robaste”- comenta Angie mientras Jonnas toca el medallón embobado, quizás le pueda sacar bastante dinero como para olvidarse de robar para siempre pero había un obstáculo… Angie.


-“Increible… Pero veo que alrededor del dragón hay 9 huecos… quizás tengas que encontrar 9 piedras preciosas más para completar el medallón"

-“¿Podría tener alguna relación cada hueco con algún monje, demonio…? No estoy segura… Quizás Petra pueda echarme un cable”


-“¡Ouch!... No te preocupes… no me lo voy a llevar”- comenta Jonnas después de ella le pegara un manotazo ante el intento de llevarse el medallón-“¿Qué hacía aquí Madame Rose? ¿Algún negocio juntas?”


-“¡No que va!... Es que en la última página del diario de Margaret menciona que Abbie era una señorita de compañía y quería que me facilitara el registro para conocer el nombre de mi verdadero padre 8 meses antes de a ella la ingresaran en el Centro Layre pero sin éxito”- contesta Angie

-“Ojalá pudiera infiltrarme en ese garito… pero ya sabes… por un lado estoy en arresto y por el otro no seré bien recibido por esas gatas hambrientas de sexo. Me tienen fichado… Espero que pronto me dejen en paz y pueda ayudarte. Aunque sería la bomba publicar los nombres de cada persona que ha visitado el garito, se podría armar una buena”


-“¿Serás cretino?.... jajaja… Lo entiendo… Por cierto Jonnas… ¿qué estás haciendo quebrantando la orden de arresto? Jajaja”


-“Tengo hambre pero tampoco me iré porque no tengo a donde ir… Además los guardas están en brazos del Dios del sueño y contando las ovejas que pasan por delante”- contesta Jonnas y le guiña el ojo


-“Está bien… que descanses Jonnas”- habla Angie mostrándole una sonrisa picarona


Jonnas baja a la cocina y de ahí va a los establos donde están John y Claudio jugando al póker  con tres sirvientes más y con cuidado de que los guardas no le pillen por el camino.

-“Menuda aventura la tuya John…  ¡Poker de ases!... Te he ganado… ¡Ja!”- comenta Claudio a John-“Ojalá hubiera estado allí para comprar la finca… aunque… también la puedo recuperar… ummm”

-“¡Haz hecho trampa!... jajajaja… Espero que me enseñes a hacerlo, quizás gane mucho dinero”- comenta John cuando de repente ve a Jonnas asomarse por la puerta-“Vaya… mira a quien tenemos aquí presente… el preso de lujo… ¿Qué tal lo llevas Jonnas? ¿No deberías de estar encerrado en tu “celda”? Por aquí corres un riesgo si te pillan”


-“Asumo el riesgo John… Todos los días… por eso estoy aquí vivo y coleando… mientras tú te arrastras como un esclavo a las piernas de Angie en vez de trabajar. Solo eres un juguete para ella”- contesta Jonnas picando una vez más a Jonnas

-“¡¡¡RETIRA TU SUCIA PALABRA DE LA BOCA BASTARDO!!!”- se cabrea John levantándose de la silla y tirándola al suelo pero menos mal que dos sirvientes le retienen para que no arme follón mientras Jonnas se partía de risa.


-“¡¡¡HEY!!!...¡¡¡HEY!!!...¡¡¡ Haya paz!!!... ¡Os comportáis como dos críos!”- calma Claudio –“Los dos queréis por igual a Angie pero ahora, sentaos como dos caballeros y juguemos tranquilamente al póker… Jonnas… mezcla las cartas por favor mientras sirvo este delicioso whisky para calmar los ánimos que están que arden”


John no quita los ojos encendidos a Jonnas mientras él mezclaba las cartas antes de repartirlas. Jacob los miraba desde su cuadra y se reía.

-“Jacob… ¿un trago campeón?... “- comenta Claudio alzando la botella, Jacob asiste con la cabeza y el resto se ríen-“Jajaja… este caballo entiende mi idioma… jajaja… ¡Salud Jacob!... ¡Salud!”

Claudio empina el codo pero recibe un codazo de Jonnas.

-“¡No viertas tus babas dentro de la botella!... ¡Eres un maleducado!”- comenta Jonnas regañándole

-“PRRRTTT...Este chico… se asusta hasta de mi intento de comerme a mi compañero de celda… jajajaja”


La sesión de juego continúo sin incidentes junto con una botella de whisky. Cuando ya no podían ni sostenerse en pie o con los bolsillos secos, cada uno volvió a su dormitorio a descansar.

Al día siguiente los dioses descargaron toda su ira contra la tierra en forma de lluvia, viento y tormenta. Los caballos estaban muy asustados y el rio se llevaba todo lo que encontraba por delante. Angie y Petra intentaban que no se inundase el sotano y ponían sacos de harina en las puertas, lo que tenían a mano, para evitar que el agua entrase dentro y estropeara la bodega y la despensa.

De repente, un rayo cayó en el pabellón provocando un gran incendio. Todo el mundo temía que los caballos muriesen por asfixia así que los sacaron inmediatamente. Angie y el padre gritaban como locos para que apagasen el incendio pero sin éxito ya que no contaban con los medios suficientes. El incendio se propagó a continuación hacia las cuadras y los guardas, por orden del padre, se llevaron a la fuerza tanto a Jonnas como a Angie para evitar que uno se escapara y que a Angie le pasara algo. Angie se desmaya ya que ha agotado todas sus fuerzas por salvar lo que queda de la mansión. Los caballos son encerrados en el patio del castillo…

El esfuerzo inútil de salvar la bodega, no da resultado ya que el rio se desbordó y empezó a entrar poco a poco el agua.

Los ciudadanos hacen todo lo posible para evacuar a los enfermos de la peste, personas mayores y niños y salvar lo poco que pueden mientras los guardas intentan evitar que, durante el desastre, se produzcan saqueos masivos. Todo el mundo se resguarda en los alrededores del castillo ya que está en lo alto de una colina rodeado de las viviendas de la nobleza que compone el consejo de gobernación y de justicia.

Tras la tempestad, se contabilizaron muchos muertos y varios desaparecidos. Muchas mujeres lloraban y gritaban a sus seres queridos que bien fallecieron ahogados o están desaparecidos. Algunos niños lloraban del miedo que habían pasado pero allí estaba Angie, Petra, Laura y Audele para asistir a aquellos que lo habían perdido todo.

Jonnas está encerrado en una celda de aislamiento para evitar que se escape por orden del rey mientras Angie, el padre, Claudio y John regresan a la mansión para ver qué es lo que ha quedado en pie tras el desastre.

Está claro que ha desaparecido parte del jardín delantero, las cuadras y el pabellón a causa del incendio. Angie abre la puerta del sotano y observa que está completamente inundado… Casi le da un ataque.  El padre está igual que cuando perdió, por causas desconocidas, su posada que levantó el mismo con sus propias manos. No podían quedarse más allí a vivir… ya que los cimientos han cedido por la humedad y era cuestión de tiempo en el que la mansión se pudiera venir abajo por la putrefacción de los pilares de madera. Claudio empieza a llorar…

-“¿Ahora qué voy a beber yo?...¡¡¡ Por qué!!!... ¡¡¡Tenía las mejores reservas de vino a mi disposición!!!... ¡¡¡AGGHH MALDITOS DIOSES!!!”- comenta Claudio y se refugia en brazos de Angie

-“Quizás Frank te quiera sobrio y no borracho… jajaja”- comenta John mofándose de Claudio-“Y no maldigas a los dioses… o no irás al cielo acompañado con unas señoritas”


-“Angie… Debemos irnos cariño… Está todo perdido… Debemos empezar una nueva vida alejado de Irivia. Quizás Auldelae sea la mejor opción para empezar de cero”- comenta su padre-“Yo asumí la perdida tanto de tu madre como de la posada… asume también la perdida de la mansión… ya te dije que era muy grande y costosa de mantener. Compraremos una gran finca con el dinero que tiene Frank en el banco y dejaremos en libertad a los caballos dejando a Jacob y a Daniela para nuestro uso personal”


Todos regresan al castillo con el alma contenida por la pérdida de la mansión. El rey ordena y aprueba una partida económica de urgencia para no solo alojar a los que han perdido todo sino también para que se les indemnice adecuadamente  en base a lo que perdieron. Muchas casas se tuvieron que reconstruir desde los cimientos y se realizaron obras de mejora de canalizaciones de agua en las proximidades del rio para evitar otra posible inundación. El rey, viendo todo lo que había sucedido, está bastante hundido pero allí estaba su esposa para apoyarlo en los momentos más tristes.

Angie, el padre y el rey se sientan en la gran sala del castillo para darle una salida a los caballos de Frank, exceptuando a Jacob y a Daniela.

-“Srta. Blossom… ¿Qué piensa a hacer con los caballos del señor Frank?”- pregunta el rey

-“Voy a subastar todos los caballos, y espero que mi padre y el Sr. Frank estén de acuerdo, menos a Jacob y a Daniela. Son muchas bocas para alimentar y se comerían todos los ahorros que el Sr. Frank tiene en el banco en menos de un año. Quiero que parte de ese dinero sea destinado a las víctimas de la inundación para que puedan rehacer sus vidas”- contesta Angie


-“Su generosidad será recompensada por los dioses srta. Blossom”- comenta el rey-“¿Está de acuerdo Sr. Ardenson?”

-“Totalmente de acuerdo majestad”- contesta el padre-“Gracias cariño”


-“Organizaré la subasta cuanto antes… Son buenos caballos pero es una decisión muy dura la que hay que tomar”- comenta el rey-“Ojalá se arregle pronto y veamos de nuevo competir a la casa Blossom en las carreras”


-“Nos mudaremos a Auldelae para comenzar de cero majestad… Ustedes estarán invitados a mi casa”- comenta el padre-“Me llevaré a John, Jonnas, Claudio y a Angie… y por supuesto a mis dos adorables equinos Jacob y Daniela. Vigilaré de cerca a Jonnas para que cumpla con su cometido y pueda devolverle aquello que le arrebataron para poder volver a vivir en paz”


-“Lo organizaré igualmente… Tenga mi palabra”- comenta el rey


-“Majestad”- habla Angie-“Quería pedirle un último favor… Sé que está prohibido por ley acceder al Centro Layre pero necesito encontrar algo que pertenecía a mi verdadera madre Abbie. Necesito su aprobación”


-“¡Srta. Blossom!”- exclama furioso el rey-“Le ordeno tajantemente que no vaya a ese recinto… si lo hace… le meteré en el calabozo junto con Jonnas… ¿ha quedado bastante claro?... ¡No quiero que vuelva a mencionarlo!”


-“Si majestad… le pido mi perdón”- contesta Angie entristecida


-“No hay nada que perdonar srta. Blossom… pero no quiero que nadie mencione más ese centro psiquiátrico”- contesta disculpándose el rey


-“Angie… tranquila… Ve a ver a la reina que seguro que necesita de tu presencia”- comenta el padre


Angie se va disgustada pero no tardará en incumplir la orden. A Jonnas se le permite, finalmente, salir de su celda a condición de que no fuera mas allá de los muros del castillo.



FIN DEL CAPITULO