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CAPITULO 15: DAUVILLE, LA ALDEA DE LOS CAZADORES



John recupera la conciencia…

- “Agghhh…. ¿dónde… dónde estoy?”- pregunta desorientado y malherido.

- “Muchacho… estás en Dauville. Si no fuera por los cazadores, hubieras muerto en esa trampa ¿cómo se llama usted?”- contesta el gobernador que está justo al lado del camastro

- “No… no sé…”- contesta John

- “¿En serio?”- comenta el gobernador-“¡Ay muchacho!... Creo que será mejor que descanses… Te has dado un buen golpe en la cabeza al caer en la trampa y tu cerebro tiene que recomponerse… Toma… bebe…

El gobernador acerca un vaso de un potingue un tanto extraño que hasta John le cuesta tragar.

- “Pero… ¡Uarrjjj!... ¿Qué es esto que me ha dado?... ¡Qué asco!”

- “Jajajaja… Solo es medicina natural muchacho y si… sabe a rayos pero es lo único que hay para la memoria…”- comenta el gobernador-“Bien… Creo que te dejaré descansar hasta que recuperes y me diga su nombre”

- “Gracias… señor”

- “De nada muchacho… si le hiciera falta algo… mi mujer le atenderá”.

Pasan los días sin noticias, para ellos, tanto de John como de Jacob… Frustrados los cuatro; Jonnas, Peter, Rubens y Macius inician la marcha camino de vuelta a la posada cuando se reencuentran con dos cazadores de la zona. El día no acompañaba y la visibilidad era escasa por la densa niebla.

- “Buenos días señores… ¿cómo va la cacería?”- pregunta Peter

- “Buenos días caballeros… La verdad que va muy floja la temporada de caza. Apenas quedan ejemplares por la zona. ¿Qué os trae por aquí?”- contesta uno de ellos

- “Estábamos buscando a un compañero nuestro…”- contesta Jonnas-“Estaba celoso por un asunto personal”

- “Podría haber caído en alguna trampa y haberse matado o probablemente esté herido. He escuchado por parte de otros cazadores que rescataron a un muchacho de una de ellas. Probablemente se trate de vuestro amigo. Está en Dauville”- contesta el otro cazador.

- “¿Está lejos Dauville?”- pregunta Jonnas-“Apenas nos quedan provisiones para volver a casa”

- “No mucho”- contesta el primero-“Os acompañaremos por seguridad y nos alimentaremos por el camino”

- “Bien… Andando”- comenta Peter.

Los seis inician la marcha camino de Dauville.

Macius y Rubens bromeaban, cuchicheando por lo bajo, por el camino sobre la tremenda juerga sexual de Peter. Peter se gira con cara de malas pulgas, aun así no le daba mayor importancia.

En los altos matorrales ocultaban para ellos un gran peligro. Algo los agita… como si fuera un fantasma.

- “¡Alto!”- habla Jonnas-“Preparados para lo que sea… aunque si es un ciervo, le daremos la bienvenida…”

Jonnas saca su arco y flechas al igual que los cazadores. Macius se inquieta y saca su puñal. Rubens saca su espada.

- “¡Estoy preparado para lo que sea!...prrrtt”- comenta Peter escupiendo en el suelo y sacando su mazo-“¡Le reventaré la cabeza si hace falta! GRRRR”

- “Calmate chucho… o lo vas a asustar… jajaja”- bromea Rubens

- “Haced un circulo”- ordena Jonnas-“Solo así nos protegeremos”

De repente se hizo el silencio… Ya no se oía agitar las hojas de los matorrales.

- “Que extraño… no me gusta nada”- comenta uno de los cazadores.

De repente, un gruñido suave, entre los matorrales, hizo su presencia.

- “Lobos… lo sabía…”- comenta el otro cazador.

Macius estaba sudando como un pollo, su corazón late a mil por hora…

- “¡Por los dioses!... ¿Qué…qué está ocurriendo?...¡¡¡AAGGGHHH!!!”

- “¡SSCHIISSS!”- manda Peter-“¡Qué nos van a oír cabeza hueca!”

Uno de los lobos sale de su escondite, mostrando su potente sangrienta mandíbula y con cara de pocos amigos. Gruñía cada vez más alto. Uno de los lobos aúlla para que el resto sepa dónde están los enemigos.

Jonnas no se lo pensó dos veces… O permitía que se acercara para que los matasen a todos o lo mataba antes de que saltará a atacar. Lanzó la flecha y le atravesó el cráneo. Cayó fulminado.

- “No será el único que haya por la zona… Tened cuidado…”- comenta Jonnas

De los altos matorrales saltaron una fiera manada de lobos que no dudaron en lanzarse a matar pero lo que no se esperaban es que esos lobos, en realidad eran los soldados de Devom. Se levantaron sobre sus patas traseras y mostraron unas largas y afiladas garras como arma. Lanzaban zarpazos contra cada uno de ellos.

Los otros dos cazadores se quedaron perplejos pero no les quedó otra que luchar con lo que podían.

Jonnas sacó su espada y empezó a luchar contra aquellos hombres lobos.

La batalla era muy dura, Peter luchaba y reventaba cabezas, Rubens también peleaba contra tres hasta que Peter le echó una mano y Macius no se le ocurrió otra idea que subirse a un árbol y saltar sobre uno de ellos clavándole el puñal en el cráneo.
Macius se siente aliviado… por el momento

- “¡¡¡CUIDADO!!!”- grita Jonnas y lanza una flecha a uno que intentaba atacar a Macius por la espalda.

- “Gra…Gracias”- comenta nervioso Macius

Los cazadores lanzan sus flechas matando uno por uno pero de repente, se retiran y vuelven a tomar forma de lobos.

- “¡¡¡ESTÁN HUYENDO!!!¡¡¡A POR ELLOS!!!”- grita Peter e inicia una persecución por el frondoso bosque.

Jonnas lanza una flecha a un árbol para pararle los pies a Peter.

- “Olvídalo Peter… Déjalos que huyan a la madriguera… Ya los encontraremos”- comenta Jonnas a lo lejos.

- “¿Quién… quiénes eran?”- pregunta un cazador

- “No lo sé… pero de aquí de nuestro mundo no eran”- contesta Jonnas-“Sigamos nuestro camino… Era una emboscada”

Ambos cazadores estaban como un flan al igual que Macius, aunque un poco más tranquilo. El jefe de la manada observa a los seis a lo lejos. No se olvidará tan fácilmente de sus caras para la próxima.

- “Macius… ¿estás bien?”- pregunta Rubens-“Jajajaja… solo eran lobos…”

- “Si… si…”- contesta Macius-“De los de verdad… jeje”

Jonnas se acerca a Macius.

- “Bien hecho… eres un campeón, no un blandengue”- habla Jonnas agitándole el pelo a Macius-“Espero que llegues a ser capitán y no defraudes a tu padre”

- “Gra…gracias Jonnas”- contesta Macius.

Peter se acerca un pelin cabreado.

- “No les hubiera dejado huir… pero tienes razón… hay que dejarlos que nos diga dónde está su madriguera para llegar a la loba… jejeje…¡¡¡AUUUUUUUUUUU!!!!.... jajajajaja”

Prosiguen el camino.

Los soldados de Devom regresan a la madriguera.

- “¿Y bien?...”- pregunta Devom-“Observo que en vuestra cara me habéis fallado al intentar secuestrar y matar a esos seis”

- “Lo siento mi reina… lo hemos intentado… pero eran muchos y hombres muy fuertes… AARRRGGG”- grita uno de ellos-“¡¡SOLTADME!!¡¡OS LO SUPLICO!!...¡¡AAGGGHHHH!!”

Devom agarra del cuello, con sus enormes uñas, a uno de los soldados lobos y lo levanta del suelo en presencia del resto.

- “¡No pienso tolerar más errores!… ¡Quiero que busquéis el medallón y matéis a todo que se ponga por delante o seréis comida para buitres!”- comenta enfada Devom-“¡¡¡LARGAOS!!!”

- “Si… si… mi reina… Vamos”- comenta el soldado

- “Os pido poco, soy la única que conseguí recuperar al caballo y os mando que secuestréis a esos seis… ¡Y me fallais!... El que me fallé será sacrificado como a un animal la próxima vez”- grita Devom-“¡¡¡TRAED A DRALIUS!!!”

Un par de soldados trae a rastras a Jacob. Jacob relincha y se alza sobre sus patas delanteras pidiendo que le liberen. Lo meten en una jaula a la fuerza. Devom se acerca antes de cerrarla.

- “Dralius… Tranquilo cariño… pronto te reunirás con los dioses y, con tu sacrificio, verteré tu sangre en el medallón para que pueda apoderarme del poder abismal y haced de la humanidad lo que me plazca… jejejeje…”- comenta Devom mientras acariciaba a Jacob dando un rodeo.

Jacob estaba atado tanto de la cabeza como de sus cuatro patas por unas apretadas argollas. Devom sabía que era un gran escapista.

- “¡Cerrad bien las puertas!”- comenta Devom a sus dos soldados para cerrar la jaula de pinchos donde estaba Jacob-“¡Ah! Dralius… olvidaba que… si intentas escaparte… morirás… jejeje… ¡Alzad la jaula!”

Dos forzudos giran unas ruedas gigantescas alzando la jaula bien alto donde estaba Jacob mientras Devom se reía.

Mientras tanto, en la posada, Angie sigue preocupada.

- “¿Estás preocupada hija mia?”- pregunta el padre

- “Claro, padre”- contesta Angie mientras tomaba café-“Aún no sé si los cuatro han conseguido rescatar a John”

- “Tranquila, ellos conocen muy bien el terreno y tendrán cuidado de no caer en las trampas de los cazadores”- comenta Claudio-“Seguro que ya mismo traerán noticias buenas”

- “Lo que no entiendo es qué le ha podido ocurrir a Jacob… Aún no he asumido su perdida”- comenta Angie

- “Hay caballos de sobra en Auldelae tan fuertes y listos como Jacob. Hablaré con el alguacil para buscar el más adecuado”- comenta Markus con los dedos pringados de café tras mojar el pan en él-“Además Angie… Si estuviese vivo o malherido, seguro que volverá”

Angie suspira.

De repente, se oye el fuerte galope de un caballo llegando a la posada. Angie se levanta corriendo a asomarse por la ventana. ¿Será Jacob o los chicos?

Angie sale por la puerta cuando ve llegar a Darvius, el caballo del capitán, y a lomos de él; el capitán y Petra.

- “¡¡¡¡PETRA!!!!”-grita Angie-“¡¡¡PETRA!!! ¡¡¡QUÉ ALEGRÍA VERTE DE NUEVO!!!”

- “¡¡SOOOOO!!!”- habla el capitán tirando hacia atrás de las riendas-“Buenos días señorita Blossom… Espere Petra… le ayudo a bajarse”

Tanto Angie como Petra se funden en un profundo abrazo. Petra empieza a llorar…

- “¿Qué ocurre Petra?”- pregunta Angie preocupada

- “¡Te he fallado Angie!… ¡snif!… He perdido por el camino el tercer libro sagrado… ¡snif!”

- “¡Petra!... ¡Tú no me has fallado!... ¿Cómo ha sucedido?”- pregunta Angie

- “Nos atacaron una jauría de lobos… pero ya no tiene mayor importancia para ambas… seguro que no lo necesitaremos… jajaja”- contesta el capitán mofandose

Angie se enfurece y Petra le agarra del brazo

- “Olvidalo… yo también estoy enfadada”- contesta Petra.

Angie y Petra entran en casa para enseñarle a Petra su habitación. Markus, Claudio y el padre salen a recibirle.

- “Bienvenido a mi casa capitán… siempre es un placer tenerle aquí”- comenta el padre

- “Gracias señor Ardenson”- contesta el capitán-“Ha sido un camino duro si no fuera porque nos atacaron los lobos”

- “¿Y el equipaje de Petra?”- pregunta Claudio

- “El carruaje cayó ladera abajo desperdigando su ropa… lo siento…”- contesta el capitán-“El cochero fue un auténtico cobarde y en vez de quedarse con Petra, salió corriendo… No sé qué fue finalmente de él”

- “¿Y dejasteis que muriese?”- pregunta cabreado Markus-“¡¡¡Como autoridad superior le ordeno que lo encuentres y por los dioses espero que esté vivo si no, lo comunicaré al rey!!!¡¡Es uno de nuestros mejores hombres y hombre de confianza del rey!!”

- “Si ya… jajajaja… ¡ays!”- se rie el capitán

Markus agarra el mango de la espada con la intención de cortarle en pedacitos.

- “¡¡Te cortaría esa lengua viperina que tiene usted capitán sino fuera porque tanto el sr. Ardenson como Claudio están presentes!!”- grita malhumorado.

- “Markus… por favor, tengamos la fiesta en paz y no tratemos mal a nuestros invitados…”- comenta el padre

El capitán se rie maléficamente.

- “Markus… pronto usted tendrá que ceder el cargo de general puesto que el rey tiene mayor confianza en mí.”- comenta el capitán y Markus se siente ofendido y se va.

- “¡¡Markus!!... ¡Espera!”- comenta el padre

Claudio le enseña la habitación donde pasará la noche el capitán y el capitán no le quitará el ojo aunque hará la vista gorda con él, por esta vez.

Markus está en el establo ensillando el caballo. Probablemente con la intención de irse.

- “¡¡Markus!!...¡¡No!!”- comenta el padre

- “Lo siento Sr. Ardenson… Este capitán no es de fiar… Necesito volver a Irivia para hablar con el rey sobre mi continuidad en las posteriores misiones. Tiene razón, ya estoy viejo y acabado”

- “No diga eso Markus… Angie confía en usted… En su experiencia en la batalla… en todo… ¿Qué experiencia tiene el capitán?”- habla el padre-“Mira Markus… Eres libre de irte pero creo que cometes un grave error abandonándonos a todos y más cuando aún no sabemos nada de John ni de Jacob. No podemos continuar sin usted”

El padre pone ambas manos en los hombros intentando que Markus entrara en razón.

- “Está bien Sr. Ardenson… pero si vuelve a meter las narices de nuevo… no vuelvo”- comenta Markus que vuelve a quitar las cintas de la silla.

Ambos regresan a la posada y de momento las cosas, aunque estaban bastante caldeadas, están todos tranquilos.

Petra se sienta, llorando, al borde de la cama
- “Petra… tranquila… Saldremos a buscar el libro en cuanto regresen los chicos. No tienes la culpa de nada. Fue un accidente. Vamos ven… Dame un abrazo”- comenta Angie-“He preparado este colchón para que puedas dormir conmigo en la habitación si eso te hace sentir más segura. No te preocupes por la ropa, tengo mucha en el armario y puede que te quede bien”

- “Gracias Angie… snif”- contesta Petra y le da un abrazo-“¡El capitán es un cretino!... ¡No quiso que pudiera recuperarlo!... ¡No sé cómo vamos a acabar con Devom!”

El capitán escucha la conversación detrás de la puerta. Angie se sienta al lado de Petra.

- “¡Petra!... ¡No digas eso!...El capitán hizo lo correcto porque lo más importante era salvarte la vida. Deberías de agradecérselo aunque todos les odiemos… especialmente yo… Pero en fin… Y no te preocupes por Devom, hay otras estrategias para saber cómo llegar hasta ella. No todo está en los libros. Si encontramos a su escriba, sabremos cómo acabar con ella… Vamos, tranquilízate Petra… Para eso somos amigas”- comenta Angie.

El capitán se retira y Angie consuela a Petra.

Mientras tanto, los seis llegan por fin a Dauville al atardecer. Están exhaustos pero felices.

Dauville es una aldea pequeña rodeada de arboleda en la que sus habitantes viven en lo alto de los árboles para evitar que los animales salvajes les puedan atacar. El olor a madera recién cortada, el ruido de la sierra empujado por dos corpulentos leñadores hacen de esta aldea, su olor característico. Pero no solo se dedican a la industria maderera, sino también a la cacería, a la pesca fluvial y a la búsqueda en los ríos del preciado oro. Son bohemios, se conocen todos entre sí de toda la vida, se casan entre ellos para protegerse… pero son ante todo buena gente. La ganadería y la agricultura son de subsistencia debido al gran peligro de ser atacados bien por osos bien por lobos porque el resto viene de Auldelae y alrededores.

Los cazadores se despiden y uno de ellos va a avisar al gobernador.

Les recibe el gobernador que estaba cortando leña con un hacha.

- “Bienvenidos caballeros a Dauville… ¿en qué os puedo ayudar?”- pregunta el gobernador con el hacha en el hombro

- “Gracias señor”- contesta Jonnas-“Estamos buscando a un compañero nuestro. Los cazadores nos han comentado que rescataron a un muchacho que cayó en una de las trampas y quizás sea el que buscamos”

El gobernador deja el hacha a un lado

- “Acompáñenme caballeros”- contesta el gobernador

Los cinco se dirigen a una choza en la que les recibe la mujer del gobernador que está atendiendo a John.

- “Aquí lo tenéis… ¿es él?”- pregunta el gobernador

- “Cierto señor…”- contesta Jonnas y después se dirige al camastro-“John… ¿se puede saber qué rayos es lo que te ha pasado?... Llevamos cerca de un mes buscándote por todo el reino. Suerte que hayas dado con toda esta buena gente si no estarías muerto. Angie te da por muerto y Jacob ha desaparecido”

- “Tranquilo Jonnas… déjale que conteste”- comenta Macius intentando calmar los ánimos

- “Jacob… ¡Ays mi cabeza!...”- contesta John mientras se sentaba en la cama-“¿Qué ha pasado con él?”

-“Atacaron una manada de lobos tanto a Daniela como a Jacob. Daniela llegó malherida al establo y Jacob desapareció. Claudio fue a buscarte pero no estabas… ¿te parece correcto lo que has hecho John?...¡¡ Debería de darte vergüenza!! ¡¡Todos creíamos que eras muy valiente Y SOLO ERES UN… COBARDE!! ” –grita Jonnas

- “¿¿Y POR QUÉ ANGIE TE ESCOGIÓ PARA ACABAR CON MORT??¿¿POR QUÉ NO QUISO CONTAR CONMIGO??”- grita John

- “¿¿¿ES QUÉ NO ENTIENDES QUE ERA UNA ESTRATEGÍA DE BATALLA INUTIL???”- contesta Jonnas enfurecido-“¿¿¿QUÉ IBAS A HACER TÚ CON TU ESPADA CONTRA LOS ESPECTROS???¿¿EH??”

Jonnas le lanza la espada

- “¡¡¡LEVANTATE Y LUCHA CONMIGO SI NO QUIERES QUE SIGA AQUÍ AYUDANDO A TODOS!!!¡¡VENGA!!!¡¡¡ESTOY HARTO DE TUS CELOS!!!¡¡¡SOLO QUIERES LA MEDALLA Y OBLIGAR A ANGIE A CASARTE CONTIGO!!!”- Continua Jonnas y se arrodilla al filo del camastro-”¡¡¡VENGA!!!¡¡¡CORTAME LA CABEZA!!!¡¡¡ESTOY ESPERANDO!!!¡¡¡EL REY ESTARÁ MUY ORGULLOSO DE LO QUE HAS HECHO!!!”

Jonnas espera una respuesta por parte de John. Peter, Rubens y Macius empieza a reírse pero en vez de coger la espada, se levanta del camastro.

- “Lo siento Jonnas… De verdad…. No pienso obligar a Angie a que se case conmigo, ella es libre de decidirlo. Y creo que debería de controlar más los celos por mi parte o retirarme definitivamente. He hecho un acto de cobardía por mi parte y seguro que tendré que darle una explicación a Angie. Levántate y cerremos el trato”- contesta John y le da la mano pero en vez de cerrarlo, Jonnas le da esquinazo.

- “Recoge tus cosas… Nos vamos”- comenta enfurecido Jonnas-“Estoy harto de todo esto”

- “No os vayáis aún caballero… Está anocheciendo y esos malditos lobos merodean por los alrededores matando a nuestro ganado y a los más inocentes. Os proporcionaremos a todos un refugio y mañana os diremos un camino más rápido para llegar a Audelae”- comenta la mujer del gobernador en un acto de disuadir a Jonnas-“Además su amigo aún está malherido y necesita descansar”

Jonnas se lo piensa y mira al resto de sus compañeros.

- “Está bien señora…”- contesta finalmente Jonnas-“No te perderé el ojo John si vuelves a escaparte… incluyendo esta noche”

El gobernador les asigna una casa en lo alto del árbol, parecida a la que tenía Joseph. Macius mira hacia arriba y se asusta. No sabe lo que le espera desde arriba… quizás tenga un poco de vértigo.

- “Macius… ¿tú también eres un gallina?... jajaja”- se rie Peter y Rubens

- “Caballeros… arriba están vuestros aposentos y para llegar hasta allí podéis utilizar los pasillos y puentes colgantes que rodean las casas de nuestros vecinos pero antes, os quisiera invitar a cenar. Nuestros muchachos han hecho una buena cacería y seguro que estaréis hambrientos”- comenta el gobernador.

- “¡Uf! Y tanto…”- contesta Peter frotándose las manos-“Tengo ganas de hincarle el diente… jejeje”

- “Que os acompañe mi hijo…”- comenta el gobernador.

Macius, Rubens y Peter siguen al hijo del gobernador mientras que Jonnas se queda al lado del gobernador.

Pasean camino de vuelta a la choza del gobernador

- “Gracias por su hospitalidad señor”- comenta Jonnas-“¿Cuánto tiempo llevan ustedes aquí? ¿Por qué ese miedo al lobo?”

- “Llevo aquí desde hace 30 años, cuando el anterior rey quiso fundar esta aldea para el suministro de madera para Irivia y para también en el tema del armamento. Su diseño era fantástico pero era una pesada máquina imposible de manejar para llevarlo a donde está escondido ese dragón oscuro. Tampoco los caminos eran fáciles para transportar esos trastos hacia su destino. Le acompañaban los guerreros de los Dragones Negros pero la mayoría tenían malas intenciones. No soy militar pero si me di cuenta de que había gato encerrado. El joven Maurus, se quedaba conmigo para jugar a las cartas y beber cosa que no gustaba mucho a su padre pero éramos jóvenes como usted.

Así que, mi mujer embarazada y yo, vimos que era un paraje maravilloso, a orillas del río. Así que, con lo que sobraba de material, construí lo que es ahora mi casa y también la de mis vecinos.

Una noche, el hijo del vecino salió para recoger agua del pozo y oí el aullido de un lobo. Cuando me levanté de mi cama, con antorcha en mano, había desaparecido.

Al día siguiente, iniciamos una campaña de búsqueda por todo el bosque.

Fue demasiado tarde… encontramos su cadáver totalmente devorado… Una lástima.

Desde entonces, no solo colocamos trampas para defendernos, sino también para poder alimentar a nuestros vecinos e hijos. Algunos no llegan ni a los cinco años de edad y tenemos miedo de que algún lobo pueda asaltar la ciudad y atacar.

¿Y qué hay de vosotros caballero? Sois muy valiente al llegar aquí para buscar a vuestro amigo”

- “Podría sentirse ofendido… Era un ladrón profesional al que le tendieron una trampa. Concretamente en manos de Tomas, el sobrino del alguacil, el cual está en busca y captura por todo el reino por apoderarse de una vasija sagrada”

- “No me ofende, de hecho, el que roba, la paga trabajando… y pienso colgarlo si aparece por aquí ese bastardo ¿y qué pasó después?”

- “El rey Maurus me pidió, a cambio de mi vida, que la recuperará para destruirla para que así pudiera garantizar la paz a los ciudadanos. Pero cuando estuvimos en la batalla en Victoria, la vasija no estaba tampoco allí… Creemos que Tomas anda vagando por tierras prohibidas como el reino oscuro”

- “¿Ustedes son guerreros? ¿Guerreros de los Dragones Negros?”

- “Si señor… Aunque somos la segunda generación”

- “Me gusta este equipo y no os preocupéis… os suministraremos los mejores hombres y las mejores armas. Los arcos que tenéis, es de madera blanda y se parten con facilidad. Estos que tenemos, es de madera dura y fuerte, pero pesa lo suyo. Es lo mejor que puedes encontrar caballero.”-comenta el gobernador-“De hecho, este se lo regalo a usted…”

El gobernador le enseña el arco

- “Lo hice de joven con mis propias manos poco a poco y se nota que es artesanal”

El gobernador le entrega a Jonnas un arco robusto.

- “Gracias… señor… se lo agradezco”

Jonnas tira un poco de la cuerda del arco para ver cuánto de robusto es, quedándose este sorprendido de la calidad del arco.

- “Buen arco señor… Quizás haciéndole unos cuantos agujeros conseguiremos la ligereza pero también la firmeza que ofrece este tipo de madera”

- “No lo había pensado. Tomaré nota hijo. Bien… se está haciendo tarde… será mejor que vayamos a cenar algo”- comenta finalmente el gobernador.

- “Está bien… vamos”

Llegan a una gran mesa llena de suculenta comida, sonaba música tradicional de fondo y tanto Peter, Rubens como Macius se jactaban de comer y beber como cerdos. El gobernador prosigue la conversación con Jonnas:

- “No me he presentado adecuadamente… Me llamo Robert. ¿Y usted?”

- “Jonnas señor… Vengo acompañado por Rubens, Peter y el benjamín Macius. Tiene poca experiencia pero es un buen chaval”

- “No se preocupe… Sé de alguien que puede entrenarlo adecuadamente… Lo que pasa es que es un ermitaño un poco ido de la cabeza… jeje”- comenta el gobernador

- “¿Se refiere a un tal Joseph?”

- “¿Cómo lo ha conocido?”

- “Casualidad… pura casualidad… me salvó de ser apresado por el loco del capitán de Irivia”

- “Si… si… ese perro no es de fiar… pero si le lanzas un hueso, se tranquiliza… jaja”

- “Cuénteme más sobre él Robert”

- “Cuando llegó aquí a Dauville, era un mero soldado… un guarda… amigo de Maurus. Lo tenía como si fuera su guardaespaldas, alguien de confianza. Un día, mientras todos descansaban para la batalla, no se le ocurrió mejor idea que enseñar a un novato a montar a caballo delante de Maurus… Desgraciadamente, su broma le salió muy cara ya que ese muchacho se lastimó la espalda de por vida y el anterior rey ordenó su expulsión inmediata del batallón a pesar de la negativa de su hijo. Desde entonces, ni el anterior rey ni Maurus se volvieron a cruzar las palabras… Me enteré de su fallecimiento años después”

- “No es para mí ninguna novedad… Es su carácter”- comenta Jonnas mientras cenaba

- “Jajaja… Salud y que los dioses os bendigan y protejan”-comenta el gobernador alzando la copa de vino.

Después de la cena Macius está sentado solo, pensativo y pelando con su navaja un palo, a la luz y calor de la lumbre, mientras el resto está descansando. Se acerca Jonnas.

- “Macius… ¿qué te ocurre?”- pregunta Jonnas

- “Nada… simplemente… no puedo dormir… A veces me pasa y por eso me duermo de día”-contesta Macius

- “Vaya… ¿en serio?”

- “Si… es muy raro y ya he probado todas las vías posibles… jeje”

- “¿Y tu madre Macius?”- pregunta Jonnas

- “Mi madre se fugó con otro y me dejó a cargo de mi padre… para ella era un lastre… El nuevo tenía los bolsillos bien llenos pero el de mi padre nada y desde que tuvo la lesión, al caerse del caballo, ya no fue el mismo. Tiene ya un carácter bastante bruto y me trata como un saco de estiércol donde se desahoga cuando las cosas no van bien”

- “Vaya… lo siento…”

- “¿Y tus padres Jonnas?”

- “Murieron en un incendio. No apagaron bien la chimenea, dejaron una ventana abierta con el propósito de que saliera el humo y en una ráfaga de aire, una de las ardientes cenizas prendió las cortinas cuando ellos estaban ya en la cama. Era muy pequeño y me rescató alguien pero en vez de mandarme con algún familiar, me metieron en el orfanato hasta que cumplí los 18 años que fue cuando me echaron a la calle”

- “¿Y fuiste buena persona dentro? ¿Por qué tomaste la decisión de robar?”

- “Si lo era… pero dentro… ya sabes… la mayoría te desprecia y te infravalora como si no fueras nadie. Era como un fantasma. Lo de robar era para poder sobrevivir… No tenía ningún intermediario y lo poco que sacaba, era para poder comer. Ahora ya no lo echo de menos… y esto que me ha pasado me ha hecho madurar. Tú también deberías de hacer lo mismo Macius. Lo que hiciste, es de héroes y no de cobardes cuando te enfrentaste a esos soldados. Seguro que tendrás una buena recompensa al volver a casa”

- “Gracias Jonnas… Eres un buen capitan”- comenta Macius-“¿Qué crees que le ha podido pasar a Jacob? Me ha dado mucha lastima y espero que esté entre los dioses o por lo menos, si ha podido escapar, que esté a salvo”

- “Pronto volverá a estar con nosotros Macius… Es muy fuerte e inteligente y no creo que le pueda pasar nada. Anda… vamos adentro… está helando”

- “Si vamos”

Macius y Jonnas entran de nuevo a la choza para descansar

Angie entra a medianoche a la cuadra donde está Daniela, triste y dolorida. Angie entra para consolarla.

En un primer momento, Daniela rechaza el cariño de Angie debido al dolor. Pero Angie empieza acariciándola poco a poco el lomo de arriba hacia abajo con la intención de calmarla. Pronto se hizo con ella para finalmente abrazar el cuello de Daniela.

Se queda a dormir con ella para que no se sintiera sola.

A la mañana siguiente, tanto Claudio como su padre, la encuentran dormida al lado de ella.

- “No es la única vez que lo hace…”- comenta Claudio-“Déjala estar con ella un rato. Vamos… hay que cepillar al resto”

Mientras tanto en Dauville preparan las provisiones de regreso a casa. El gobernador ordena a dos cazadores experimentados que les acompañe por seguridad aunque ellos eran fuertes.

Les prestó un carruaje y un caballo percherón donde metieron a John en una camilla ya que se rompió no solo la cabeza sino también unas cuantas costillas y una pierna. Subieron el resto al carruaje.

- “Volvemos a casa... ¿eh Macius?... jeje”- bromea dando un codazo Peter a Macius.

-“Si ya… jeje”- contesta Macius

El carruaje inicia la marcha.

- “¡¡Volved pronto caballeros!!¡¡Que los dioses os protejan por el camino!!”- grita el gobernador y saluda también su esposa.

El camino será largo pero breve y todos tienen ganas de llegar a casa.

Angie se sienta en el sillón al calor de la lumbre junto con Markus y el capitán.

- “¿Cuál será el próximo paso Angie? Necesito saberlo para contárselo a nuestro rey”- pregunta el capitán.

- “Aún es pronto capitán… Necesito regresar a Irivia para hablar con el sacerdote para que me explique cómo se forjó el medallón y cómo llegó a mis manos. Además, necesito saber cómo derrotar a Devom y rezar para que lleguen sanos y salvos el resto del equipo”- contesta Angie

- “Sin el libro poco podremos hacer…”- comenta Markus

- “Tranquilo Markus… seguro que se me ocurrirá algo… aunque no sé por dónde empezar la verdad”- comenta Angie

- “Podríamos mandar un séquito de hombres para matarla. Así no tendrías que luchar Angie”- comenta el capitán que se levanta para calentarse las manos en el fuego-“No creo necesario utilizar el libro…”

- “¿Arriesgar más vidas capitán?”- comenta Angie-“Devom seguro que es una buena estratega y no dejará a nadie infiltrarse en su territorio tan fácil”

- “No sabemos que se trae entre manos Devom pero seguro que nada bueno…”- comenta Markus-“Necesito un mapa para poder establecer las estrategias de guerra. Sería buena idea que la posada se convirtiera en nuestro centro de operaciones para poder controlarlo todo antes de dar un paso falso y que cueste la vida a más de uno”

- “Y… ¿dónde está ese mapa?”- pregunta el capitán

- “No lo sé… unos vándalos entraron en mi despacho y se los llevaron”- contesta Markus

- “Seguro que Jonnas puede dar con el paradero del mapa”- contesta Angie

- “Por cierto ¿Cómo está Daniela?”-pregunta el capitán

- “Daniela tiene las heridas infectadas, tiene mucho dolor y necesitaría a alguien que la curase. Si no… morirá y me da pena porque es una gran yegua”- contesta Angie apenada

- “Seguro que Peter sabe cómo curarla”- comenta Claudio que se acercó a traer cervezas a los tres-“Él es el único que sabe de enfermedades equinas... Tenga capitán… Markus… Angie”

- “¿No deberías de haber servido a ella primero Claudio a modo de cortesía? Jajaja”- comenta el capitán

-“¡Ups! Lo olvidé... jeje”

Los cuatros se rien

- “No importa… Gracias Claudio”- comenta Angie-“Salud caballeros”

- “¡Salud!”- contesta el resto

Pasaron varios días y, bien entrada la noche, el carruaje hace su aparición la posada portando un par de antorchas y dos jinetes a caballo.

Tanto Angie como Petra salen corriendo a recibirles. El carruaje para y se baja Jonnas, Rubens, Peter y Macius… ¿y John?

- “¿Dónde está John Jonnas?”- pregunta angustiada Angie

- “Tranquila, está bien”

Pero Angie no puede esperar más y va a la parte trasera del carruaje

-“¡Con cuidado!”- comenta Peter que ayudaba a bajar la camilla con uno de los cazadores.

-“¡¡John!!... ¿¿¿Qué te ha pasado???”- pregunta Angie

-“¡Angie!...¡argh!...¡Qué alegría verte!”- contesta John acariciando el rostro de ella.

Angie suelta unas cuantas lagrimas

- “Angie… tranquila… no ha sido nada… se pondrá bien”- comenta Peter-“Es un chico fuerte”

Se acerca el capitán

- “¡Vaya que alegría que estéis todos sanos y salvos!... Exceptuando a John por lo que veo”- comenta el capitán

- “Solo son un par de costillas y una pierna rota… en un par de días estará deseando correr por la finca como un crio loco… jajaja”- se mofa Peter.

- “Si es que se vuelve a escapar… jajaja”- comenta el capitan.

Petra se acerca a Jonnas

- “Gracias señor por encontrar a John… nos tenía a todos preocupados”

- “De nada”

- “Me llamo Petra, señor”

- “Hablame de tú… por favor, me llamo Jonnas… Es un placer habernos conocido”

Petra se sonroja y ambos se cruzan las miradas pero Claudio da un aviso a Jonnas.

- “Ten cuidado Jonnas… sus ojos son demasiados provocativos y no quiero que pierdas el norte… y más cuando el capitán no nos quita los ojos de encima”

- “Tranquilo Claudio… no pasará nada”

Se acerca Markus

- “Enhorabuena Jonnas… Gracias por traerlos a todos sanos y salvos”

- “Gracias Markus. Siempre es un placer…”

Rubens y un cazador se llevan a John a uno de los dormitorios sujetando cada uno un brazo mientras John cojeaba, no iba a estar todo el día en la camilla.

- “¡Pasad todos adentro!”- comenta el padre-“La verdad que no tenía prevista ninguna visita… pero improvisaré algo”

- “Sr. Ardenson… aún nos queda algo del viaje… no es gran cosa…”- comenta Macius al que le resuenan las tripas cada vez que oye la palabra comida.

- “Gracias Macius”

El padre ve preocupada a su hija.

- “Angie… tranquila… vamos”- comenta animando el padre.

Una vez dentro, faltaban sillas para los cuatro cazadores de Dauville, así que algunos no les importó cenar de pie cediendo las sillas tanto a Petra como a Angie como buenos caballeros. El padre de Angie improvisa un discurso:

- “Caballeros… gracias por traerlos a todos a salvo. Seréis mis invitados y espero que mañana los dioses os bendigan con la vuelta a vuestros hogares sanos y salvos.  Vuestros caballos están en las cuadras descansando y seguros alejados de cualquier ataque inesperado.

Jonnas ha sido un gran héroe después de rescatar a John del gran peligro y espero que me hija pueda por fin, rescatar a Jacob y acabar con los enemigos.

Sé que no va a ser fácil dado que el tercer libro, el cuál mi hija necesita traducirlo, ha desaparecido por accidente.

Intentaremos entre todos ser un gran equipo… como guerreros.

Espero que John se recupere pronto para que se incorpore de nuevo.

Que los dioses nos bendigan y protejan a cada uno de nosotros y a nuestros hijos”

Todos gritan vivas menos el capitán

- “Bonito discurso… bravo… muy conmovedor que hasta se me han saltado las lágrimas de asco”- comenta por lo bajo el capitán.

De repente Angie se levanta de la silla.

- “Caballeros… Regresaré a Irivia para mantener una larga conversación con el sacerdote para que nos ayude a encontrar alternativas para capturar o matar a Devom. Iré sola”

- “¡¡¡NO!!!”- grita Jonnas

Todo el mundo exclama preocupándose por ella

- “Jonnas… Tranquilo... Te necesito para que recuperes el mapa para saber dónde probablemente se esconde Devom. Se lo robaron del despacho de Markus. Markus te ayudará a encontrarlo…” –continua Angie-“Eres el mejor en tu antiguo oficio…”

- “Es cosa del pasado… está bien… espero que no te ocurra nada Angie”- comenta Jonnas

- “Necesito también regresar a Irivia srta. Blossom”- comenta el capitán-“Seré su escolta”

Angie le mira de reojo… no se fía.

- “Capitán… Como su superior, le ordeno que permanezca aquí para proteger lo más valioso… mi casa y mi familia junto con Peter”- comenta Angie que hace enfurecer al capitán mientras el resto se mofa.

- “Rubens… Macius… Vuestro cometido será ayudar a Peter a curar las heridas de Daniela. Necesita una serie de hierbas salvajes que se encuentran en estos bosques. Él os dirá cuales”- comenta el padre

- “¿Somos un equipo?... ¿eh?”- comenta Rubens a Macius

- “Si claro… cuento contigo…”- contesta Macius

- “Peter, protegerás a todos de cualquier enemigo y te asigno como mi sustituto en mi ausencia. Podrás tener el mando para mandar incluso al capitán”- habla Angie.

- “¡Cuenta conmigo! Jaja”- comenta Peter.

- “Bien… ¿alguna pregunta?...”- habla Claudio

Al no haber ninguna pregunta y habiéndolo dejado claro, todo el mundo se despide para descansar. Angie, sube a ver a John.

- “Angie… ¡argh!... ¡Sé que te mereces una explicación!... ¡argh!”- habla John dolorido.

- “John… ya habrá momento para explicaciones… He estado preocupada por tu desaparición y ahora porque estás malherido… Quiero que te recuperes y vuelvas a ser el que eras… El que te conocí cuando entraste a pedir trabajo en la mansión Blossom de joven y no como el celoso guerrero”- comenta Angie acariciándole el rostro, John le coge su mano y le da un beso.

Angie se levanta de la cama y se va a su habitación dejando solo a John. John se da cuenta de que le ha hecho daño a Angie.

- “Angie… ¡argh!”- llora desconsolado John alzando la mano.

Por el frondoso bosque, Joseph camina portando entre sus brazos el tercer libro sagrado, ayudado por su bastón debido a su edad, cuando de repente se encuentra cara a cara con los soldados de Devom.

- “¡Quién es usted!”- pregunta uno de ellos con voz lobezno-“Espero que tenga motivos para adentrarse en nuestro terreno si no… ¡le mataremos! GRRRR”

- “Tengo algo que a vuestra reina le hará muy feliz. He recuperado el libro sagrado… ¡mirad!”- comenta Joseph con voz temblorosa mostrando con las dos manos el libro

- “¡Esto es mucho mejor que el medallón señor!... Con él llegaremos más fácilmente a dónde está escondido para recuperarlo y así que nuestra reina pueda realizar el ritual”-comenta otro al oído al capitán del séquito de soldados-“Es un traidor para ellos… jejeje”

- “Umm… Está bien señor… acompáñenos hasta nuestra guarida. La reina tendrá el placer de recibirle en persona”- comenta el jefe-“Pero… si hace algo… recibirá la peor de las condenas… ¿trato hecho?”

- “¡Si señor!”- contesta Joseph

- “Suba a mi lomo… iremos más rápido”- comenta el jefe que vuelve a tomar forma de lobo gigante.

Joseph se sube encima y salen corriendo por el frondoso bosque hasta la guarida de Devom. Devom no se esperará esta sorpresa inesperada.